San Juan Bautista Rossi, el santo que nos anima a confesarnos-DaC 6i3y1h

Cada 23 de mayo, la iglesia celebra a San Juan Bautista Rossi, sacerdote italiano que consagró su vida a llevar el perdón y la misericordia de Dios a todas las gentes, especialmente las más necesitadas de la misericordia de Dios. Fue así como Juan Bautista entendió su ministerio sacerdotal, valiéndose, de manera particular, del sacramento de la reconciliación.

Nació en 1698 cerca de Génova, Italia. A los 13 años se trasladó a Roma para estudiar, hospedándose con un primo sacerdote. Fue itido en el Colegio Romano, fundado por San Ignacio de Loyola, y más tarde completó estudios teológicos con los dominicos. A pesar de su juventud, su vida espiritual ya era muy intensa antes de ordenarse sacerdote en 1721, a los 23 años.

Vida sacerdotal, un confesor para todos. Su gran carisma fue el ministerio de la confesión, en el que volcó todo su amor y energía. Se preocupaba por escuchar con paciencia y sin juzgar. Tenía un don para entender el sufrimiento interior de los pecadores y su deseo de reconciliación. Esto lo convirtió en un confesor muy buscado.

Pasaba horas en el confesionario, incluso enfermando por el esfuerzo, pero consideraba este servicio como su principal camino a la santidad, espiritualidad centrada en la misericordia.

Su espiritualidad giraba en torno al amor de Dios, el perdón y la conversión sincera.

Rechazaba la imagen del sacerdote como un juez, y se veía más como un instrumento del amor divino que desea la salvación de todos. En sus palabras, la ayuda que puedo dar a las almas para salvarse es confesarlas. Es increíble el gran bien que se puede hacer en la confesión.

Servicio a los pobres y marginados. No sólo predicaba el evangelio. Lo vivía radicalmente.

Dormía poco, comía con austeridad y renunció a todo lujo. Dirigió por años un albergue para desamparados, encargándose tanto de su bienestar físico como espiritual. Visitaba cárceles y hospitales, buscando a quienes más necesitaban reconciliación con Dios.

Últimos años y legado. Murió el 23 de mayo de 1764 tras un ataque al corazón, sin posesiones materiales. Fue enterrado gracias a donaciones de quienes lo amaban. Su funeral fue multitudinario.

Participaron más de 260 sacerdotes, un arzobispo, y muchísimos fieles agradecidos. Fue canonizado en 1881 por el Papa León XIII. Legado espiritual. San Juan Bautista Rossi es un modelo de confesor misericordioso, sacerdote pobre entre los pobres, evangelizador cercano y paciente, testigo de la gracia y la reconciliación.

Hoy sigue siendo patrono de los confesores, de quienes trabajan con los marginados, y ejemplo para los que desean vivir la fe con humildad y entrega total. Te invitamos a que compartas esta información para que más católicos lo conozcan. Dale me gusta, toca la campanita, suscríbete y que Dios los bendiga.