Las Rutas del Rock EP195: Paul McCartney 2m6u6x

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Hay ocasiones en las cuales necesitas detenerte.

No, no se trata de ocuparse para no pensar.

Es válido aceptar que hemos perdido, que has sido derrotado, que al final no lograste que ella se quedara contigo.

No importa todo lo que luchaste, todo lo que le demostraste.

Decidió irse y dejarte así, derrotado, desolado.

Intentas continuar, pero las fuerzas, los ánimos te abandonan.

Entonces llega el arrepentimiento.

Tal vez no debiste confiar.

Al final sabías que ocurriría.

Y entonces descubres que hay un lugar a donde te puedes refugiar.

Para ahí, liberarte de tus problemas, de tus angustias y compartirlo con personas que están como tú.

Es un lugar solitario, donde los que han perdido se refugian.

Incluso puedes comprarte nuevos sueños o fantasías que te hacen olvidar mientras sigues pagando con tus ilusiones.

Y ese sitio está lleno de dolor, de dudas y de arrepentimientos y lo único que deseas es poder olvidar.

Es tu pasado.

Un pasado donde la música te abrazaba, donde te consolaba y, sobre todo, te daba la energía suficiente para volver a empezar.

De eso se trata la vida, ¿no? El rock and roll nació como un llamado a volver a intentarlo, a levantarte sin importar las veces que hayas sido engañado o derrotado.

En el rock and roll te puedes refugiar para que una vez que te encuentres con tus cicatrices sanas y ya aprendidas de memoria, puedas empezar a olvidar y así iniciar otra vez.

Me han dicho que una de las cosas para superar una tragedia es mantenerse muy ocupado.

Muy ocupado.

Pero yo pensé, no, no voy a hacer eso.

Lo veo, pero es demasiado fácil.

Es un poco como la negación.

Así que pensé, bueno, durante al menos un año no voy a hacer eso.

Así que no lo hice.

Simplemente hice lo que se me ocurriera o aquello que me hiciera sentir bien.

Y entonces se me ocurrió que tal vez después de un año empezaría a pensar en lo que deseaba hacer.

Y el proyecto inmediato del que había estado hablando con Linda era el álbum de rock and roll.

Esto era dicho por Paul McCartney, quien abandonó el mundo de la música tras el fallecimiento de su esposa Linda, quien perdió la batalla contra el cáncer.

La misma enfermedad que le arrebató a su madre, Mary, cuando él tan solo tenía 14 años.

Y ahora, con 56 años de edad, no sabía qué haría.

Pero el rock and roll siempre estuvo ahí para él.

En 1999 quiso rendir un homenaje no solo a quien fuera su compañera y cómplice en vida después de los Beatles, sino a este género que le permitió levantarse una y otra vez.

Había que abrazar al dolor.

Irse a una ciudad solitaria para ahí.

Empezar una vez más.

Y después de la grabación del disco llamado Run Devil Run, con canciones obscuras del primer rock, Paul McCartney no solo lograba animar a todas aquellas personas que sienten no podrán continuar, sino que crearía su regreso a las grandes ligas de la música.

Una donde actualmente se encuentra.

Y para ello invitó a varios amigos, entre ellos al guitarrista David Gilmour, para que juntos crearan un manifiesto de lo que era el rock and roll.

Un motivo para volver a levantarse, sin importar las veces que caigamos.

Bienvenidos a Las Rutas del Rock.

Los dejamos con Paul McCartney y su dolida y poderosa voz en la canción Lonesome Town, original de Ricky Nelson, parte de su disco Run Devil Run, un homenaje al rock and roll que siempre está presente.

Comenzamos.

LONESOME TOWN