Relatos Salvajes: El triple salto de Helenio Herrera 3k3l1u

Aquí comienza Café Carlovich. Bienvenidos, amigos y amigas, del fútbol retro, del fútbol nostálgico, del fútbol vintage, en definitiva, del fútbol de ayer que tanto nos gusta recordar y rememorar hoy. Y bienvenido, cómo no, un día más, a mi gran amigo y compañero Marcos Rojo. ¿Qué tal, Marcos? ¿Cómo estás? ¿Qué tal, Toni? Bueno, lo primero de todo me vas a permitir la pequeña licencia.

Ha tenido éxito la camiseta que traemos en nuestro último episodio. Ese catedral es el Olímpico de Múnich. Desde ya recomiendo, si no lo habéis visto o escuchado, que vayáis a él. Lucía, una camiseta cosecha propia de Café Carlovich, elaborada por mis amigos de Tres Corazones Personalizaciones. Tuve un pequeño fallo, no lo puse en la caja de descripciones del vídeo y del audio.

En este programa sí que pondré ese enlace, por si alguien está interesado. En cualquier tipo de personalización, no tiene que ser necesariamente Café Carlovich. Hacen cosas maravillosas que recomiendo desde ya. Así que, bueno, ahí lo tendréis en la caja de descripciones, tanto en YouTube como en Ebox, Spotify o cualquiera de nuestras plataformas, en las cuales ya aprovecho y os animo a que os suscribáis y apoyéis el proyecto que con tanto mimo y tanto cariño hacemos semana tras semana.

Vaya publi metido, Marcos, en un momentito. Y sin cobrar toda la pena. Cobrando ya ni os cuento, madre mía, la de cosas que hacemos. Pues, como decíamos, una semana más, un día más. Aquí estamos. Y hoy volvemos con otra sección que teníamos un poquito abandonada y hacía tiempo que no hablábamos de ella.

Volvemos a los relatos salvajes. Decíamos hace una semana que cuando hacíamos el programa de Maradona en Boca Juniors, que era un personaje que, bueno, que en un podcast de fútbol retro, tiene que salir. Tardo o temprano lo hemos estado aguantando, ¿no? Y bueno, ya llegó el momento que dijimos que hay que hablar de Don Diego Armando Maradona. Hoy llega otro personaje con un carisma, un aura, tanto que está de moda ahora el tema del aura, y una personalidad arrolladora que sin duda alguna también tarde o temprano tenía que salir. Estamos hablando de Elenio Herrera.

Pues sí, Toni, porque HH, que era uno de sus apodos, fue el primer entrenador estrella, si entendemos como tal el primer entrenador que trascendió a sus futbolistas y a sus clubes en una época en la cual, por renombrados que fueran los entrenadores, esto estaba bastante lejos de suceder. Era un personaje altamente mediático, con una gran incontinencia verbal, no necesariamente fue el mejor entrenador, pero sí el primero con un aura, como tú dices, que lo acompañó allá donde entrenó, especialmente las décadas de los 50 y de los 60, en una dilatada y, por qué no decirlo, irregular carrera que le permitió conocer diversas ligas y entrenar a algunos de los clubes más importantes del fútbol mundial.

Triunfó, fracasó, fue amado, fue odiado, pero nunca provocó indiferencia. A continuación vamos a analizar en este programa un poco a la persona, vamos a analizar el personaje y os vamos a contar algunos de los episodios más rocambolescos que protagonizó en sus inicios y en su paso por el fútbol español.

Ya los primeros pasos de su biografía pues nos van a permitir ver la personalidad de nuestro protagonista. No hay controversia ni debate en cuanto a su nombre, Helenio Herrera Navilán, tampoco en su lugar de nacimiento, en el barrio bonaerense de Palermo. Pero sí que ya hay polémica en cuanto a su año de nacimiento y es que durante toda su vida aseguró haber nacido en 1916, hasta que en su lecho de muerte confesó a su mujer, la periodista italiana Fiora Gandolfi, que en realidad había nacido en 1910. Llevó lo de quitarse años al extremo. Era coqueto, Toni. Era coqueto y además era hijo de españoles, de andaluces, para más señas. Su padre se llamaba Paco y lo apodaban el sevillano, y era carpintero y nada menos que anarquista. Y su madre, llamada María, era sirvienta.