
La puerta del Cielo | Capítulo 17: Un despertar temeroso 3y4xc
Descripción de La puerta del Cielo | Capítulo 17: Un despertar temeroso 1ao6v
Hago la lectura del capítulo 17 del tercer libro de la trilogía recibida por Robert James Lees (1849-1931). Luego en el comentario repasamos algunas cosas del texto. Esta obra fue dada por Aphraar, que es el espíritu, el desencarnado que, a través de Robert James Lees, nos contó la historia de su vida tras la "muerte". En este capítulo vemos cómo Aphraar aplica lo que podemos llamar "obediencia humilde" ante la posibilidad de ayudar a un curioso personaje recién llegado al "cielo", con el que interactúan. El libro está escrito hace unos 100 años, y es la historia de la vida de Fred Winterleigh (Aphraar) en el mundo espiritual. __ * Página correspondiente, con el texto, etc.: https://www.unplandivino.net/pc-17/ ___ La página que recopilará todos los enlaces (audios, etc.), donde introduzco esto es: https://www.unplandivino.net/transicion/ 4r5n5
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Buenas, bienvenidos a este audio de unplandivino.net. Vamos con el capítulo 17 de la Puerta del Cielo, que se titula Un despertar temeroso. Más que temeroso habría que poner cosas más terribles, más espantosas, pero por no espantar demasiado con los títulos, porque el adjetivo que usa es fearful, que es un despertar terrible, un despertar... bueno, pero eso, lo dicho. Entonces volvemos a un capítulo más, digamos, de acción después de esta introspección a la que se nos invita, sobre todo en este libro, digamos, si es que es así. Y bueno, pues vamos a empezar, que hay mucho que ver.
He estado repasando el relato que hice de mi estancia en ese monte de Dios, en compañía de Eusemos, y comparando el diferente aspecto que adoptó con ocasión de mi visita en compañía de Rael. Y sin embargo la escena en sí era prácticamente la misma. El notable cambio que se había producido dependía enteramente de la condición del observador.
Antes mi fuerte deseo era retroceder en dirección a las nieblas, lo que según Helen se debía a la atracción del cuerpo. Ahora ansiaba ir en dirección contraria y cruzar el Rubicón hacia lo espiritual. En aquel entonces observaba los variados caminos de lo que artísticamente llame el paisaje prismático, indicando el camino hacia una condición o destino vago. Ahora cada matiz individual en esa armonía sinfónica latía con vida, inspiración y revelación.
Entonces me maravilló la aparente falta de ley, orden y organización que observaba en relación con los recién llegados. Y ahora vi no sólo la sabiduría sino también la bondad amorosa que se manifestaba en esa disposición. Al llamar la atención sobre esto, mi atención, mi guía me hizo tomar conciencia del progreso que yo había logrado bajo la dirección del Ministerio de Mijanene.
Y al repasar esta primera escena de esta vida desencarnada, pude revivir el recuerdo de mis primeras impresiones, que fueron sólo superficiales, y también pude leer las lecciones más profundas que desde entonces se habían abierto a mi visión espiritual. ¿Qué comentario sobre el valor de la retrospección le dije a mi compañero tras examinar y comparar pausadamente los numerosos detalles de la escena? Sí, me dice, hay una manera de mirar atrás que nos permite avivar nuestro entusiasmo por seguir adelante. Y en esta revisión encontrarás un ejemplo contundente. Con la ayuda de la visión más clara y profunda que has adquirido, podrás penetrar en las profundidades de ciertos misterios de esta escena que antes te eran insolubles.
Y al regresar con una visión aún mayor, podrás mirar aún más a fondo. Y así, todas las obras y caminos de Dios vibran siempre con una revelación nueva y más profunda para quien se adentra con valentía en las profundidades. Y le dije, si es así, ¿no se sienten cada paso que damos, cada escena y lugar por los que pasamos en la peregrinación, no se sienten infundidos con una atracción similar a la que mencionas en relación con el patio de las voces? En cierto sentido, sí, me dijo, pero cada lugar posee su propio encanto peculiar.
El atractivo incomparable del patio y sus alrededores reside en que es, para cada alma que lo ha transitado, lo que el monte de los olivos es para el maestro mismo, o sea, el lugar desde donde ascendió a la gloria tras liberarse de las últimas ataduras de la carne. Es allí donde la mortalidad es finalmente devorada por la victoria. Y respondí, ahora asombrado por no haberlo apreciado completamente hasta entonces, respondí, ahora, ahora empiezo a comprender algo de su formidable significación.
¡Ay, mija nene, qué acertado es tu conocido aforismo que dice, los grandes asuntos giran en torno a puntas de diamante! Y preguntó Rael, ¿acaso no podríamos preguntarnos si existe una tal comparación entre lo grande y lo pequeño a la luz del reino? Y luego dijo Rael, ¿pero qué tenemos aquí? Y es que mientras hablaba él con un ligero gesto de la mano, me llamó la atención hacia dos personas que se acercaban desde la agitada escena del valle que se extendía a nuestros pies.
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