Programa Especial: Directo desde Atenas. ¡Huyamos del presentismo! 1w5d4j

Bienvenidos a Calamares a la Romana, donde la historia antigua cobra vida en cada programa.

¡Salvute, calamares! Bienvenidos a una nueva entrega de Calamares a la Romana. Hoy os traemos una entrega muy especial, la primera de varias entregas en las cuales vamos a compartir con vosotros todo el contenido de los programas que hicimos en directo, que están grabados, pero que hicimos en directo para los viajeros que nos acompañaron en este viaje magnífico que hicimos a Atenas y a los grandes campos de batalla de las guerras médicas. O sea, un viaje espectacular que hicimos con Grupeando Tour.

Y el primero de los programas que queremos compartir con vosotros, el primero de los directos que grabamos para vosotros también, es uno que hicimos desde el ágora de la ciudad antigua de Atenas. Desde el ágora de la cual pues filosofaban, en la cual se reunían todos los grandes pensadores, los grandes oradores, los grandes eruditos de Atenas del siglo VI, V, IV a.C.

Y hablaremos sobre el presentismo, sobre el por qué debemos ver la historia con los ojos de las personas que la vivieron y no con los ojos del presente. Pero bueno, no quiero avanzaros demasiado sobre el tema y quiero compartir con vosotros este contenido porque seguramente lo vais a pasar muy bien y lo vais a disfrutar.

Sobre todo, importante, dejadnos todos los comentarios, dejadnos dudas, preguntas y apuntados para el viaje porque el año que viene seguramente volveremos a ir, sino aquí, a otros lugares insólitos, inhóspitos, interesantísimos, donde la historia cobra vida. Viajar con Grupeando Tour y con Calamaresa Romana porque nos lo pasaremos pipa. Así que, sin más, me despido de vosotros con un fuerte octavo abrazo y os dejo con el contenido. Un saludo y sed felices. Salvete Calamares, bienvenidos a un nuevo programa especial para la gente que está aquí en Atenas viajando con Calamaresa Romana y con Grupeando Tour. Hoy os estamos hablando desde el foro, digo desde el foro, es que siempre me sale el foro.

Tierra conquistada. Desde la agora de Atenas, aquí a los pies del Acrópolis y hoy queremos tratar dos temas y un tercero que va a ser totalmente sorpresa y que va a implicar a una de las personas que está aquí y que no lo sabe. A uno de vosotros. Sí, uno de vosotros va a salir aquí y va a hablar con nosotros. O sea que... Pero antes, antes de eso, os queremos hablar de dos temáticas, dos temas, bueno, un poco genéricos, pero ya que estamos aquí en la cuna de la civilización, queremos hablaros de un tema que se tiende a confundir bastante cuando alguien estudia o escucha un programa relacionado con historia antigua y es el tema del error del presentismo.

Que eso es algo que yo creo, y creo Ángel también, que cuando uno explica historia lo tiene que explicar desde la perspectiva de los hombres, las mujeres, los niños, los ancianos, toda la gente que vivió en ese momento y tiene que ser capaz de transmitirlo al espectador, al lector, hablamos de hacer programas, hablamos de presentarlos, hablamos de escribir libros, de escribir ensayos, así a modo genérico, de una manera en que el lector, el que te está escuchando, pueda empatizar y se pueda meter en la cabeza de la persona que estaba viviendo ese momento. La historia es, ya lo he dicho muchas veces, es tiempo, momento y lugar. En el momento que no eres capaz de respetar esos tres preceptos, ya no estás explicando bien la historia. Utilizar de una manera incorrecta palabras modernas para describir cosas que pasaron en el pasado es un error. Simplificar demasiado el pasado también es un error.

Entendemos, ¿no? Entonces, tiempo, momento y lugar. Entonces, para explicar un fenómeno tenemos que irnos al tiempo correcto, en el país correcto, en el imperio correcto y en ese año correcto. Entonces, entendemos las circunstancias de ese lugar. Si nos vamos fuera, entonces tenemos problemas de interpretación. Esto cae a otro problema del presentismo, que es la superioridad moral. Como yo creo que mi forma de ver el mundo es la correcta, pues los demás tienen una forma incorrecta. Pero yo es que no estaba en aquel lugar, ni en aquel tiempo, ni en aquellas circunstancias. Con lo cual, yo tengo que intentar valorar los hechos morales con las cosas que pasaban en aquel momento, no en este momento. Entonces, la superioridad moral con una persona desde dos mil años es como si yo me considerara el superior moral de un niño de cinco años. No puedo. Niño de cinco años no está ahí.