Programa Especial: Alejandro Magno, de Oliver Stone 30265a

Bienvenidos a Calamares a la Romana, donde la historia antigua cobra vida en cada programa.

¡Salvute, Calamares! Bienvenidos a una nueva entrega de nuestro canal, de Calamares a la Romana. Hoy muy especial porque no voy a hablar yo. Bueno, sí, voy a hablar yo, pero no vengo con Ángel, sino que voy de invitado. Y como he ido invitado a un canal, he preguntado, compañero, ¿qué te parece si este programa que nos ha quedado tan bien lo emitimos también en Calamares a la Romana? Y así llega a más audiencia, porque yo sé que el tema que vamos a tratar os va a gustar.

Y como cuento con el permiso y el beneplácito, aquí os dejo con esta disertación en la que seguro estoy convencidísimo, porque conozco a los calamares y sé de qué pie calzáis, sé que os va a encantar. Así que disfrutad de este crossover con la taberna de Cástor y Pólux. ¡Salvute, Kirites! Bienvenidos un día más a la taberna de Cástor y Pólux, tu taberna de divulgación de historia antigua en general, historia greco-romana en particular.

Hoy vamos a esta sección tan aclamada que está teniendo tanto éxito. Hablamos de cine, para desmantelar todas estas películas que versan sobre la antigüedad clásica, lo que nosotros conocemos con el cine peplum. Y esta sección inaugurada no podía faltar nuestro compañero, Sergio Alejo Gómez. ¿Qué tal? ¿Cómo estás, Sergio? Bien, dispuesto a destripar. Venimos aquí a lo que venimos, a destripar todo lo de que se pueda destripar y analizar con rigor.

A ver, desde la perspectiva, como decimos siempre, que cada uno puede ver lo que le interese, podemos ser más o menos críticos, pero nosotros vamos a darle una visión más de rigor histórico. Teniendo en cuenta que partimos de la base, que ya lo hemos dicho siempre cuando hemos hablado de Gladiator 2, de Those About to Die, de todas estas series y estas películas que lo que buscan es entretener.

Entonces, ya salimos con menos cinco puntos. Pero bueno, el trabajo es intentar equilibrarlo y dejarlo por lo menos a cero.

Sí, ya venimos preparados para recibir. Esta sección es popular, pero precisamente por eso, para lo bueno y para lo malo. Si también alguno no está conforme, ya saben, eso de que son opiniones no lo llegan a asimilar del todo. Pero bueno, es como aquella que el comentario que recibí, que me hizo mucha gracia, es de... ¡No! ¡Gladiator 2 es una gran película! ¡No sabéis nada! A lo mejor a él sí que le gustó. Bueno, lo respeto. Es una opinión. Si lo contestas así, es una opinión, que da igual que diga lo que quiera.

Yo lo analizo desde el punto de vista histórico, para hacer la contraposición de lo que sería la historia real con lo que sería la licencia de artísticas y, bueno, el tema de argumental y de guión. En ese caso, a mí no me pareció tampoco que fuese nada del otro mundo. Pero bueno, ahora vamos a hablar de una película que ya tiene sus añitos. Yo creo que ya ha cumplido los 20 años. Os estarán caer. ¿Es de 2004 o 2005? Sí, sí, sí. 20 años. Y es una película que, en su día, no me gustó nada, pero que con los años ha ido envejeciendo bastante bien. Le he ido pillando el gusto después. A mí me gustó, me supo a poco, cuando la vi en su momento, porque la vi en el cine cuando la estrenaron.

La vi luego, me compré incluso el DVD, luego con los extras y con todo, porque me pareció una película que podía haber dado más, pero que narraba muy bien la historia. Porque al final, yo creo que los asesores históricos ahí jugaron un papel muy importante. Se les estuvo muy en cuenta, porque la narrativa es muy lineal, es muy rápida, desde mi punto de vista excesivamente rápida, pero es que para narrar la vida de Alejandro Magno, en una película, tendrías que haber hecho 15 partes, o en una serie, haber hecho una serie con varias temporadas.

Lo que sí que es verdad, que comprimir todo lo que es la vida de Alejandro, tanto desde la infancia, la adolescencia, el ascenso al trono, todas las campañas en Persia, la conquista del imperio persa que Ménida, todo, narrarlo en lo que dura la película, que ya de por sí es bastante larga, es un sueño que ni los mejores sueños de Oliver Stone. Yo no sé cómo lo hizo para comprimir, seguramente habrá escenas recortadas, pero también creo y quiero pensar, porque esto seguramente es material que tiene él en su filmoteca, tendría tres o cuatro o cinco veces más de metraje del que se llegó a emitir, porque seguramente tuvieron que hacer muchas escenas.