
Programa 203 - VERONA MISTERIOSA Y FANTASMAL 1aq42
Descripción de Programa 203 - VERONA MISTERIOSA Y FANTASMAL 19g63
Sígueme en TikTok: @alvaroanula https://www.tiktok.com/@alvaroanula Sígueme en Instragram: @alvaroanula12 https://www.instagram.com/alvaroanula12/?hl=es Verona es una de las ciudades con más leyendas y misterios por metro cuadrado que encontramos en Italia. Y por ello, nos hemos marchado a las calles de la urbe de Romeo y Julieta para recorrer su cara más legendaria, misteriosa y fantasmal. ¿Qué hay de cierto en cuanto a la figura de Julieta y su enigmática tumba? ¿Qué misterios e historias esconde la Arena de Venecia? ¿Hay lugares fantasmales donde mejor no ir cuando cae la noche? Sin duda, un paseo diferente, tenebroso y mágico a partes iguales, donde el otro lado de Verona aparece. Escucha ENCLAVES DE LEYENDA, con Álvaro Anula. ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/1092485 5d656
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
En Claves de Leyenda, con Álvaro Anulá.
Verona, la ciudad del amor imposible, del mármol rosado y los suspiros antiguos.
Pero hoy no hablaremos de turismo ni de óperas al aire libre.
Hoy, en este instante suspendido entre la piedra y la niebla, vamos a abrir las puertas de lo que no se cuenta.
Ahora mismo nos encontramos en la ciudad del norte de Italia, a pocos kilómetros del lago di Garda, después de haber estado horas y horas con los pies sobre adoquines medievales y la mirada clavada en los rincones donde el tiempo se detuvo.
Y es que Verona guarda secretos, secretos que no están en las guías turísticas ni en las postales brillantes.
De lo contrario, están en las sombras que cruzan el Adigio al caer la noche, en las leyendas que aún murmuran los viejos, en las grietas del Castelvecchio o en los muros de la arena que esconde historias legendarias.
Y desde aquí, entre el eco de pasos que tal vez no son los nuestros, les invito a un viaje, a un caminar por los enclaves de leyenda, de muerte, de amor que no muere y de espectros que aún tienen algo que decir.
Este no es un simple viaje, es una invocación, es la Verona misteriosa y legendaria.
En una ciudad donde cada piedra parece contar una historia, donde los muros aún conservan la calidez de los suspiros jóvenes y las calles murmuran versos que el tiempo no ha querido olvidar, se esconde un lugar que vive entre la historia y la fábula.
Hablamos de la tumba de Julieta.
Un poco más allá de la muralla de Verona, no lejos del rumor constante del río Adigio, se alza el antiguo convento de San Francisco al Corso.
Es un edificio austero, con patio interior decorado con antiguas estatuas clásicas, de ladrillos fatigados por los siglos, que guarda en su sótano una tumba vacía, una sencilla losa de piedra rojiza sin nombre rodeada de flores secas, notas en idiomas diversos y lágrimas que no conocen frontera.
Durante siglos, los veroneses han afirmado que allí yacen o yacían los restos de Julieta Capuleti, la joven protagonista de la tragedia más célebre de William Shakespeare.
Aunque los historiadores modernos repiten que Romé y Julieta son personajes ficticios, inspirados quizá en cuentos renacentistas previos, los más mayores de Verona insisten en lo contrario.
Dicen que Shakespeare no inventó la historia, sino que la recogió como un rumor venido del sur.
Las leyendas aseguran que en el siglo XIV vivió en Verona una joven noble de la familia Capuleti o Capuleto, enamorada de un joven de apellido Montequi.
Las dos familias, enfrentadas por rivalidades políticas y también por económicas, prohibieron el amor entre ambos.
El resto del relato ya se ha contado en mil lenguas.
Un plan desesperado, una poción que simula la muerte, una carta que no llega, dos jóvenes que mueren creyendo el uno en la muerte del otro.
Y claro, no hay actas oficiales ni lápidas con nombres.
Pero en 1596, apenas dos años después de la publicación de la obra de Shakespeare, peregrinos empezaron a llegar al convento buscando ese lugar, ese enclave, donde la hija de los Capuleto supuestamente había sido enterrada.
Los monjes franciscanos, custodios del sitio, no sabían qué decir.
¿Cómo negar lo que tantos corazones querían creer? Con el tiempo, la tumba fue reconocida por la ciudad como un auténtico símbolo.
Por ejemplo, Lord Byron la visitó, Charles Dickens escribió sobre ella.
Dijo algo así como que mil amantes han dejado flores, cartas y promesas en ella.
A pesar de que jamás se hallaron restos humanos en la cripta, cada visitante que se asoma al sarcófago dice sentir algo inexplicable.
Una ausencia que duele, como si la piedra aún guardara el eco de una tragedia verdadera.
Y así, la tumba de Julieta no necesita huesos ni documentos.
Vive en la devoción de quienes aún creen que el amor, por breve que sea, puede desafiar a la muerte.
Vive en el silencio reverente de los que se arrodillan frente a una losa vacía, dejando una flor por los que se amaron demasiado pronto.
Comentarios de Programa 203 - VERONA MISTERIOSA Y FANTASMAL 2f3i6f