eL PROdcast | Entre SNOOPY y Dirigir cine: LALO RIVERO Ep. 40 5p6b6o

Mi querido Lalo, eres animador, director y hombre de familia ejemplar, bienvenido.

Totalmente, muchísimas gracias, man, muchísimas gracias por la invitación.

No hombre, qué bueno que estás acá, cabrón. O sea, siempre es grato platicar con un personaje, con todo el bagaje empírico que tienes, profesional.

Dime dónde está, para echarle un ojo también.

No, ahorita vamos a hablar de eso, porque quiero hablar de dirección, quiero hablar de animación, pero antes de ser el animador, ¿qué hacías? ¿Tú saliste de estudiar y luego te metiste a animar o cómo estuvo? No, yo desde los 16 años descubrí que el cine era una industria y que había puestos dentro del organigrama como el productor, el director y demás.

Me cautivó mucho la posición de dirección.

Era como que en algún momento en mi cabeza hizo clic y dije, eso es lo que quiero.

Así como salí a mis papás a trabajar, yo me imaginaba salir a trabajar y decir, ¿cuál es su trabajo? Ah, me voy a ir a hacer películas y regreso en la noche.

Ese es el trabajo más chingón. O cuando vi que había un proceso de animación, voy a ir a dibujar todo el día y voy a regresar y me van a pagar al final del mes por hacer eso, que me encanta. Entonces, eso me reveló muchísimo lo que quería yo hacer.

Entonces, estoy hablando del año 2001 cuando tuve mi llamado y dije, quiero estudiar cine.

Quiero ser director de cine, quiero estudiar cinematografía.

Entonces, apliqué para el CCC creyendo que me iban a aceptar así inmediatamente porque dije, wey, tengo ganas de hacer animación y dirigir películas de acción.

Deben decir, bienvenido muchacho.

Ajá, claro. No se nos había ocurrido hacer ese tipo de películas. Venga, venga.

Y ya me vas en el examen y me doy cuenta que no sabía nada.

O sea, solamente era un fan muy glorificado creyendo que sabía mucho del cine, mucho de la técnica, pero no era así. Entonces, tuve que buscar una alternativa, una escuela privada.

Y nada, lo único que me dijeron mis papás es, tienes todo el apoyo del mundo, pero nada más que estés seguro que eso quieres porque no podemos arrepentirnos a la mitad y buscar otra carrera porque aparte soy el primero de tres hermanos y ellos también necesitan estudiar.

Entonces, piénsalo bien, infórmate bien, que eso sea lo que quieres.

Y yo estaba segurísimo.

Sí, cero presión.

No, cero presión. No, porque me impulsaba más. Dije, no tengo plan B.

Ok.

Quiero pensar que pude haber estudiado otra carrera porque siempre fui buen alumno, pero porque me pedían mis papás buenas calificaciones siempre.

Claro.

Entonces, incluso fue una de las condiciones.

Acaba bien la prepa con un buen promedio y puedes estudiar lo que quieras.

Venga, a tratar de sacar el promedio para cumplir con mi parte.

Ok.

Pero entrando a la escuela de cine fue ahí donde me di cuenta que no sabía absolutamente nada.

Todo lo que creí que iba yo a implementar y iba a poner en práctica, dije, güey, no, hay un proceso y hay mucho cine que no conozco, mucha cultura que no tengo.

Necesito aprender.

Entonces, pues fue muy padre, fue muy difícil.

Ya estando en la carrera, sí, dije, creo que me equivoqué.

Creo que esto no era lo mío. Es muy difícil.

Sobre todo me di cuenta que me costaba mucho trabajo lidiar con gente y tomar decisiones.

Era yo muy tímido.

Ok.

Es como, ¿esto va a ser rojo o negro? ¿Tú qué crees? Sí.

¿Qué será? No, o sea, pues claro, tienes que estar seguro de lo que es y el por qué.

Sobre todo, más bien yo no entendía que había que razonar y había una justificación de por qué eso tenía que ser rojo o por qué tenía que ser negro.

Pues ya sabes, ¿no? Toda la simbología que conlleva la imagen, la composición y demás.

Entonces, no sé.

O sea, creo que ya en la escuela de cine me he conseguido que fui un mal alumno, pero aprendí muchísimo.

Ok.

O sea, como que echando perder todos mis ejercicios me di cuenta que no sabía hacer nada de eso.

Pero dije, tomo nota y en la siguiente lo voy a hacer mejor.

Entonces, creo que ya hasta el final fue donde empecé a tomar como esa confianza y esa, digamos que creed en mí.

Y nada, o sea, también te das cuenta que el cine mexicano siempre ha estado muy golpeado.

Sí.

No hay presupuesto, entonces casi siempre tienes que empezar con tus propias uñas.

Y dije, bueno, lo único que puedo hacer es animación.

Solo yo la puedo dibujar a mano, entregar mi ejercicio y listo.

¿Y estudiaste animación? Después de acabar la carrera de cine, sí, porque me especialicé en dirección y guión.

Ajá.

Pero pues no hay un, como digo, un anuncio en el periódico que diga, se solicita al director de largometraje, presentese mañana a las ocho para entrevista.

Y digo, no, ya después entendí que cada quien levanta su propio proyecto con las uñas y como puede.

Entonces, y te digo, aparte me costaba trabajo con lidiar con la gente.

Los actores luego de repente también tienen como su ego y se dan su lugar.

Sí.

Y yo a veces me cuesta trabajo lidiar con eso.

Digo, ¡ah, pinche! Si te estoy tratando de chido, ¿por qué te portas así? Sí.

Entonces dije, no, creo que los dibujos son más amables.

Voy a empezar por ahí.

Y nada, o sea, después empecé a estudiar.