
Palabras Que Vuelan: El Arte De Contar Historias 6o402y
Descripción de Palabras Que Vuelan: El Arte De Contar Historias 6d2r49
Desde las calles de Bogotá hasta los escenarios de festivales en toda Colombia, Camila Mayorquín ha llevado la narración oral a nuevos horizontes. En este episodio de Entre Cuentos, conversamos sobre su trayectoria como cuentera, gestora cultural y productora de festivales dedicados a la cuentería femenina. Exploramos su trabajo en Morada Palabra, sus logros en festivales nacionales y la importancia de la narración oral como herramienta para contar, resistir y transformar. 252s2x
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Déjate envolver por los relatos que inspiran, emocionan y te transportan a otros mundos.
En Entre Cuentos, cada episodio es una puerta abierta a la imaginación donde las palabras cobran vida y te invitan a soñar.
Entre Cuentos, las historias de quienes cuentan historias.
Hola, soy José Wisrago, les doy la bienvenida a un nuevo capítulo de Entre Cuentos.
Hoy tenemos una invitada muy especial, Camila Mayorquín.
Hola Camila, cuéntanos, ¿qué haces, cómo apareciste en este mundo de la cuentería? Hola a todos, todas y todas las personas que nos están escuchando.
Es un gusto para mí estar acá esta tarde.
Y bueno, ¿cómo aparecí en el mundo de la cuentería? En abril del año 2017 me metí en esta vaca loca de contar cuentos.
Siempre me había interesado el tema de los cuentos, siempre solía ver con mi familia los cuenteros del Chorro de Quevedo y me gustaba, como que, Dios sea, yo quiero hacer eso.
Iba a espacios de cuentería constantemente y un día en la universidad salió el taller de narración oral y estuve en la primera clase.
Y ahí duré cinco años hasta que terminé mi carrera y ya después de eso seguí en otros espacios, viajé un montón, empecé en los temas de producción, en dirección, en educación también de cuentería, como ese caminito.
Qué chévere, es decir que encontraste la vocación viendo cuenteros, o sea, ¿cómo encontraste la vocación? Porque una cosa es que no le guste algo y otra cosa sentir el llamado.
Yo creo que a mí me gusta mucho hablar.
Entonces, eso es lo que hace que esta sea como mi vocación.
Me gusta hablar porque siento que tengo muchas cosas que decir y la cuentería permite decir esas cosas y también permite que las personas, de alguna u otra forma, también se resientan recogidas con lo que tú estás intentando expresar por medio de los cuentos.
Qué chévere.
¿Y recuerdas cuál fue tu primera presentación en público? ¿Cómo fue esa experiencia? Sí.
Bueno, o sea, realmente tengo como dos.
Una en la que sí sabía que estaba haciendo cuentería y otra en la que no sabía que estaba haciendo cuentería.
La primera era cuando estaba en el colegio, que nos tocó contar un cuento y había cuenteros en ese momento escuchándonos y ahí conté un cuento y me dijeron que lo hacía bien.
Pero de ahí lo dejé de volver a hacer.
Y ya en 2017, en la escuela montamos un espacio de cuentería y ensayé un montón.
Pero como sea, lo hice súper mal.
Ese video quedó grabado.
Tenía muchísimos nervios.
Y aunque lo hice tan mal que hasta se me olvidó el cuento.
Yo dije como no, no quiero dejar de hacer esto.
Y a partir de ahí no me he bajado.
Siempre he contado, no he pasado más de...
Yo creo que no he pasado más de un mes sin contar en algún lugar.
Qué bien.
¿Tienes alguna referencia o cuáles son tus influencias en este mundo de la cuentería? ¿Alguien en que te inspire? ¿Yo quiero ser como él? Digamos que en este momento siempre debido a esta experiencia máxima digo, estoy intentando encontrar mi voz escénica para no parecerme a ningún narrador, sino también encontrar mi voz propia.
Tengo muchos cuenteros y cuenteras que iro.
Carolina Rueda, evidentemente, me parece una persona que es fantástica como ser humano, como maestra y como cuentera.
Ella me parece que es una de mis inspiraciones.
También está Ana María Dávila, mi maestra.
Ella ha estado ahí desde que me monté en una tarima casi por primera vez.
Ella siempre ha seguido mis consejos, o bueno, yo he seguido sus consejos más bien.
Y es una gran inspiración para mí los cuentos de J. Villaza, porque J. Villaza es un abuelito para mí.
Es como escuchar a un abuelo contar cuentos y además todo su proceso que lleva y envió a palabra me parece súper inspirador.
Me gustan Patricia Casas, por ejemplo, que también es una persona que ha llevado la cuentería social a los abuelitos de una forma interesante, los abuelitos cuentistas.
Entonces son proyectos que me gustan.
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