Pablo Iglesias entrevista a Diego Borja, Economista y ex Ministro de Ecuador | A VUELTAS 3a4f6e

Nuestro invitado de hoy es economista y nació en Quito, compañero de facultad de Rafael Correa, fue ministro de Economía y Finanzas y ministro coordinador de Política Económica en su país.

Dirigió además el Banco Central de Ecuador.

En las presidenciales de su país, que finaliza en el próximo 13 de abril, acompaña a Luisa González como candidato a vicepresidente en la fórmula del movimiento Revolución Ciudadana.

A vueltas con Diego Borja.

Diego Borja, bienvenido a Canal 3.

Gracias Pablo, un gusto estar aquí.

Bueno, Ecuador está en vilo, 13 de abril, segunda vuelta de las elecciones.

Te quiero pedir que nos dibujes los dos escenarios, el primero, el pesimista.

¿Qué pasaría en Ecuador si Novoa vuelve a ganar? Bueno, hemos visto ya lo que Novoa ha hecho en un año y lo que ha dejado también de hacer.

Entonces, entró él con una propuesta para enfrentar la enorme inseguridad que está viviendo el Ecuador y lo que hemos visto es que la inseguridad ha aumentado.

Los dos primeros meses de este año, enero y febrero, han sido los más violentos de la historia republicana del Ecuador.

Inseguridad, todos los indicadores muestran un enorme deterioro.

En economía, peor todavía.

El año 24 seguramente vamos a cerrar con un decrecimiento del PIB del 3, 3.5%, la mitad de lo que fue el decrecimiento de pandemia, con una expulsión de trabajadores del aparato productivo gigantesca.

Apenas uno de cada tres trabajadores tiene empleo adecuado.

Una crisis energética que nos ha conducido al siglo XVIII, con apagones de hasta 14 horas durante 90 días, con un costo que se calcula en el orden de los 6.000, 7.000 millones de dólares, un PIB de 120.000 millones, muy elevado.

Una crisis de los sistemas de salud, de educación.

En general, una devastación institucional, social, económica.

Y ese sería el sendero por el cual continuaría el Ecuador, porque el modelo de gobierno que tiene Novoa no se ocupa del bienestar de la gente, del propio sistema productivo, sino más bien de un esquema financierista, en el cual hay negocios rentistas con mucha corrupción.

En medio de toda esta problemática que hemos vivido hay actos de corrupción inimaginables en otras condiciones como un intento de privatización del mayor pozo petrolero a favor incluso de empresas que podrían estar vinculadas a la familia Novoa.

Compras dolosas de chalecos, antibalas en medio de una enorme inseguridad, entrega de recursos a empresas que propusieron darnos equipos eléctricos durante la crisis y no se dieron y se perdió ese dinero.

Es decir, una situación de corrupción, ineptitud, indolencia, una nueva ola migratoria, una verdadera devastación del Ecuador.

La cercanía de Novoa con Estados Unidos es innegable.

De hecho, nació en los Estados Unidos y los vínculos históricos de su familia y sus negocios con Estados Unidos son innegables.

¿En qué medida su cercanía no disimulada con Trump le puede perjudicar o le puede ayudar en esta campaña? No nos ha ayudado en lo más importante.

La política migratoria tan violenta que tiene el gobierno de Trump ha significado que 32.000 ecuatorianos estén en lista de expulsión.

Y esta forma como han sido expulsados es verdaderamente humillante e indigna.

Son aviones llenos de ecuatorianos que vienen expulsados, encadenados, como si fueran delincuentes.

Y esa cercanía que supuestamente tiene el gobierno con el gobierno norteamericano no ha servido ni siquiera para pedir una expulsión en condiciones de dignidad.

Entonces, si es que esa cercanía la hay, que creo que incluso eso está en entredicho, porque se hablaba de que él pagó para estar de invitado en la posesión de Trump, no nos ha servido a los ecuatorianos.

Segundo escenario, gana la revolución ciudadana, Luisa Presidenta, tu vicepresidente.

¿Cuáles serían las tareas más urgentes que afrontar desde el gobierno? Bueno, las que he mencionado.

Seguridad, economía, energía, servicios, educación, salud, otros.

Y, claro, las tareas inmediatas son hacerse cargo de un país devastado.

De un país devastado en todos estos ámbitos, con cifras que no son solo números.

Porque el momento que yo te hablo de que hace cuatro días hubo un asesinato de 22 personas de un solo barrio de Guayaquil, es luto, es sangre, es gente que se pierde, hermanos, parientes, amigos, padres, hijos.

Entonces, estamos hablando de devastación no solo numérica, de cifras no solo de cosas materiales, como pueden ser las pérdidas y las quiebras que se han dado por la crisis energética, sino también de vidas humanas.

De vidas humanas que se pierden en esta delincuencia desbordada y también en esta migración desbordada.

El balance migratorio del año 2024 bordea los 100.000 ecuatorianos.

Una cifra monumental.