El misterio de la cueva de los tayos 4p2919

Decía Neil Armstrong que el misterio crea sorpresa y la sorpresa es la base del deseo humano de comprender. Y no cabe ninguna duda que uno de los misterios más grandes de la humanidad han sido las civilizaciones del pasado. En Ecuador se encuentra la cueva de los tallos que cuenta con 200 millones de años de vida y se cree que allí existieron seres superiores.

Para llegar a ella hay que hacer un viaje de tres días por las carreteras de Quito hasta llegar a destino. La cueva se encuentra en medio de la selva tropical de la provincia de Morona, al este de la cordillera de los Andes. Cuenta la leyenda que el lugar ya era conocido por la tribu suar. Pero no fue hasta 1969 que el húngaro argentino Juan Moriz, un antropólogo investigador apasionado, descubrió este místico lugar. En la cueva Moriz encontró unas planchas metálicas con grabados que encontraban a la civilización sumeria.

Sumeria es una región histórica de Oriente Medio, parte sur de la antigua Mesopotamia, entre las planicies aluviales de los ríos Seúfrates y Tigris. La civilización sumeria está considerada como la primera civilización del mundo. Según Moriz, estas imágenes redatan el origen de aquellas personas. En declaraciones para el Diario del Universo, Moriz aseguraba que lo pueden tildar de loco, pero hay seres superiores bajo la tierra, y la cueva recibe su nombre, Los Tayos, debido a una ave nocturna de color café que vive en cavernas profundas de lugares selváticos y tropicales del ecuador, en Colombia, Venezuela, Perú y Bolivia.

Y si hemos empezado el programa con una de las frases más famosas de Neil Armstrong, no es en vano, ya que existen teorías conspirativas que lo involucran a él.

Y es que después del descubrimiento de Juan Moriz, los amantes del misterio no tardaron en realizar interpretaciones fantásticas, y uno de los que defendió la hipótesis de que en la cueva se encontraban seres superiores fue el perejil de todas las salsas por aquel entonces, Elibon Daniken, el autor del libro El oro de los dioses, publicado en 1972, quien afirmó la existencia de una supuesta civilización subterránea.

Y después de la investigación de Moriz y del libro de Elibon Daniken se generó un gran revuelo, y esto desembocó en las más grandes de las peticiones hechas hasta entonces a la cueva de Los Tayos en 1972.