Meditaciones sobre el evangelio 102v65

No te dejes llevar por la corriente, no estés en dos caminos a la vez, esto es propio del pecador que usa un doble lenguaje, mantente firme en tus convicciones y sé un nombre de palabra.

Esto es Contra Corriente.

Estás remando Contra Corriente, un programa dedicado al crecimiento espiritual, donde podrás fortalecer tu fe y conocer más acerca de tu iglesia.

A continuación el conductor de este programa, Rafa Salomón.

Saludos que gusto estar con todos ustedes aquí en este programa Contra Corriente, soy Rafa Salomón, les doy la más cordial bienvenida y el día de hoy tenemos un programa muy pero muy espiritual, está inspirado en los escritos espirituales de Charles de Foucault, lo vamos a ir conociendo, vamos a ir descubriendo su obra, Carlos de Foucault o Charles de Foucault y la verdad es que el programa del día de hoy promete, por eso pónganse cómodos, escuchen con atención porque vamos a hacer las meditaciones sobre el evangelio.

Pues contra todas las conjeturas humanas, el padre Foucault es un personaje de palpitante actualidad, nadie pudo imaginar hace medio siglo cuando caía asesinado en pleno desierto del Sahara, aventurero a lo divino, quiso ser apóstol con el ejemplo, más bien que con la palabra, en el lugar de menos atractivos humanos, así es estaba en el desierto, un hombre que vivió su espiritualidad ahí en el desierto y esto me parece fascinante, comprobándose al cabo de medio siglo la fecundidad apostólica de su sangre, su espíritu vive en muy numerosos seguidores e hijos espirituales, entre sus escritos, meditaciones sobre el evangelio, su correspondencia y sus apuntes diarios constituyen una revelación de su espíritu y de las tiernas comunicaciones que recibía en su trato con Dios en una oración moralmente continua.

Y es difícil dejarlo pasar y mucho más difícil no seducirse por esta figura, Carlos de Foucault, Charles de Foucault, nos ponemos a leer sus escritos e identificamos de inmediato un alma ardiente, enérgica y resuelta, con una vocación impresionante y sentimos su presencia, una presencia ineludible que es aliento e invitación a romper ciertas ligaduras y otros en algunos casos reproches y remordimientos por nuestra cobardía, por no seguir al pie de la letra Al final Charles de Foucault termina sus escritos con una frase contundente, se puede hay leer muchos libros sin encontrar una línea que se acerque a esta, al verdadero evangelio, y por ello es importante dar a conocer la vida de este sacerdote quien vivió y murió humildemente, pero solo por Dios y para Dios, podría creerse que duraría poco su memoria, cuando ya hace más de 50 años murió solo en la inmensidad del desierto, en esa soledad que produce el desierto de Sahara.

Todo comienza cuando Charles de Foucault había seguido día a día al explorador de Marruecos, al novicio de Nuestra Señora de las Nieves, al trapense de Abés, al servidor de las clarizas de Nazaret y de Jerusalén, al ermitaño de Beni Abés, al de las montañas de Hogar y que le había visto morir tan numerosos y seguros eran los documentos puestos a su disposición. En estos escritos que voy a compartir, muchos de sus seguidores han querido conocer algunos de estos escritos legados por Charles.