
Lunes 26 mayo - Juan 15, 26—16, 4a - "El Espíritu de la Verdad dará testimonio de mí" 5m2t10
Descripción de Lunes 26 mayo - Juan 15, 26—16, 4a - "El Espíritu de la Verdad dará testimonio de mí" 7296m
Permitamos que el Espíritu Santo, Espíritu de la Verdad, ilumine nuestro corazón para reconocer y vivir la verdad de Cristo, quien transforma nuestra vida y nos guía hacia la plenitud. 2m156z
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El Espíritu de la Verdad dará testimonio de mí.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos, Cuando venga el Parácrito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad, que procede del Padre, Él dará testimonio de mí.
Y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
Os he hablado de esto para que no os escandalicéis.
Os excomulgarán de la sinagoga.
Más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios.
Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Os he hablado de esto para que cuando llegue la hora os acordéis de que yo os lo había dicho.
Nuestro Señor hablaba mucho del Espíritu Santo y lo llamaba el Consolador, el Defensor.
Y hoy dice el Espíritu de la Verdad, lo llama así, cuando el Señor explica a sus discípulos que el Espíritu de la Verdad dará testimonio de mí.
Siempre el Señor Jesús presentó al Espíritu Santo como esa gran promesa que vendría después de su presencia física en la tierra.
Y ese nombre que le da hoy, Espíritu de la Verdad, tiene como un peso especial.
Y es que, siendo honestos, hoy tenemos que reconocer que la verdad parece no importar demasiado.
Hay tantas opiniones, tantas formas de ver el mundo, que se ha vuelto común eso de cada quien tiene su verdad.
Esa es tu verdad, esta es la mía.
Como si todo dependiese del gusto personal.
O sea, esto es verdad para mí, aunque no lo sea para ti.
Y es cierto que hay temas donde cada uno tiene su punto de vista y ese punto de vista es válido.
Puedo opinar una cosa, otra otra, y cualquiera de los dos puntos de vista son válidos.
No todo tiene que ser blanco o negro.
Pero sí es verdad, o sí es cierto que hay verdades, hay verdad y verdades que no cambian, que son básicas y necesarias.
Cosas que, si dejamos de lado, pues nos llevan al desastre.
No sé, como que toda vida humana tiene un valor enorme.
Eso no depende.
El valor de la persona humana no depende de lo que tú opines, o lo que yo opine, o lo que... no.
Que nadie debería ser tratado como si fuera alguien menos que los demás.
Eso no depende tampoco.
Es una verdad.
Hemos nacido para el amor y para ser amados.
Pues es una verdad. Es verdad.
Y ahí es donde entra el espíritu de la verdad.
Ese nombre que le da el Señor, que le da Jesús, no sólo es un nombre bonito, sino que tiene un sentido profundo.
Porque el Espíritu Santo es quien nos guía, quien nos revela lo esencial, la verdad sobre Dios, la verdad sobre Jesús, sobre la vida, sobre nosotros mismos.
La influencia del Espíritu Santo es mucho más valiosa que cualquier opinión o razonamiento humano.
¿Razonamiento? Creo que he dicho racionamiento.
Cualquier opinión o razonamiento humano.
Es como si nos quitara un velo de los ojos para poder ver con más claridad no sólo lo que está afuera, sino también lo que llevamos dentro, en el corazón.
Gracias al Espíritu Santo, podemos entender lo que realmente importa, lo que da sentido y plenitud.
Hay certezas, verdades que uno tiene en su corazón, que permanecen en él aunque nadie se las diga, como que están grabadas en el alma.
Y esas están grabadas por Dios en el alma.
Y una verdad es la verdad de Dios que nos ilumina desde lo alto.
Por eso, la Iglesia habla sin miedo de la verdad sobre el ser humano.
Y nosotros, como cristianos, creemos que nos fuimos creados sólo para esta vida, que hay algo más, que la muerte no es el final, que Cristo murió por nosotros, que sigue presente en todo, en los sacramentos, en la historia, y que esto no es sólo una creencia, es verdad.
Y nosotros tendríamos que saberlo y decirlo.
Eso es verdad.
No es sólo mi fe distinta a la tuya, eso es verdad.
Mientras el mundo va cambiando, con ideas que van tantas veces, pues eso, en ocasiones hasta de un extremo a otro, con modas que pasan, que pasan hoy, que hoy está de moda esto, mañana lo otro, después están de moda los pantalones anchos.
Antes de ayer estaban de moda los pantalones skinny o slim.
Pero hoy está de moda estar delgados, ayer estaba de moda estar gordos.
Pero hay algo que no cambia, y es que el ser humano quiere ser feliz, quiere vivir en libertad, quiere amar, quiere ser amado de verdad, quiere cambiar, quiere que su vida no esté definida por los errores.
Y que el ser humano busca algo que lo llene, algo que no se encuentra en este mundo.
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