LO QUE ELVIENTO SE LLEVÓ (2/3). NUESTRO RECREO. 63143i

Aquí comienza nuestro recreo con Tere Poder Castillo, un programa sobre distintos hobbies, aficiones y que se interesa por el tiempo que dedicas a lo que te importa.

Media hora con información, análisis y entrevistas. No te despegues, empezamos.

Hoy en nuestro recreo continuamos con la segunda parte de lo que el viento se llevó, porque nosotros no huimos de Atlanta, nos mantenemos fieles, ya que nos encanta hablar de esta gran película.

Habíamos hablado en un primer episodio de una preproducción del vestuario de la elección de la actriz femenina protagonista y hoy creo que podemos empezar con la producción.

Imagínate, si la preproducción fue caótica, te puedes hacer una idea de cómo fue la producción.

Estamos hablando de que dos años y medio después de esa ardua y larga preproducción, a finales de enero del 39, comienza el rodaje de nuestra película, de lo que el viento se llevó.

Tenemos que decir que es el momento de introducir la Metro, de la que hemos hablado en el primer episodio.

No lo hemos dejado claro por qué, quizá un poco sí, y era porque durante esa disparatada preproducción los costes de producción se dispararon hasta tal punto que a Selznick no le quedó más remedio que tener que recurrir a la Metro o al Dean Mayer para poder sacar el proyecto adelante.

La producción empezaron a surgir los primeros problemas, el primero fue entre Selznick y Kukorok, al que Selznick empezó a acusar de empezar a rodar muy lento, no se ponían de acuerdo con el guión.

Aparece un problema de trasfondo, y es que Kukor no congenia nada con Clark Gable.

Se sentía desplazado porque decía que le daba mucha más atención a las actrices femeninas.

La época era público y notorio que Kukor era un director de actrices, era un poco lo que consideramos ahora de Pedro Almodóvar, un director de actrices, pues Kukor era eso.

Había hecho mujercitas y cosas de estas.

Exactamente, entonces Clark Gable se sentía un poco así como un elefante en una cacharrería, se sentía muy desplazado porque toda la atención de la dirección de Kukor, como te digo, recaía en Vivien Leigh y en Olivia de Havilland.

Esto hizo que tanto productor como director chocaran frontalmente y llegó un momento de tanta tensión que Kukor le echa un hordabo a Selznick y le dice que o se empiezan a tener en consideración sus premisas o que se larga directamente, fíjate, echarle un pulso al todopoderoso Selznick.

Él decía que él era un buen director, que las actrices y los actores eran muy buenos protagonistas, que lo que estaba fallando era el guión y que o se volvía el guión original que les entregó Sidney Howard, ese tratamiento inicial que daba para horas y horas de películas que él y el propio Selznick habían perfilado, o que directamente se marchaba.

Pues imagínate, como te decía Selznick, poco menos que ahí tienes la puerta.

Aunque fíjate, es una versión que no fue ratificada luego por Kukor, porque él dijo que se marchó simplemente porque le despidieron, aquí hay un poco de contradicción.

Esta noticia fue desoladora para las actrices, pero sobre todo para Vivien Leigh, que estaba trabajando a las mismas maravillas y que se temía, como efectivamente fue, que el nuevo director tomara partido por el personaje de Red Ballet interpretado por Clark Gable en este caso.

Se contrata a Víctor Fleming, del que hablabas en el primer episodio, se contrata porque está… Porque es amigo.

Es amigo sobre todo de Clark Gable, ya le había dirigido en otras películas, era amigote, por así decirlo.

Y estaba terminando El mago de Oz.

El mago de Oz, efectivamente, estaba rodando El mago de Oz.

Y efectivamente pasó lo que Vivien Leigh se temía, un estilo de dirección más tosco, más enfocado sobre todo al personaje de Red Ballet.

Se comentó Vivien Leigh que tras la marcha de Cukor no volvió a recibir una instrucción más de cómo tenía que interpretar su personaje.

Es decir, ella interpretaba como ella quería conveniente, pues jamás volvió a recibir una instrucción de dirección.

Ahondando un poco más en esto que te estoy comentando, se rumoreaba que tras la marcha de Cukor, Vivien Leigh se reunía con él cada domingo