
Lección 4 de La Vía de la Transformación. ls3d
Descripción de Lección 4 de La Vía de la Transformación. 721z6u
Lectura de la Lección 4 de La Vía de la Transformación. Segundo Libro del Camino de la Maestría. Jeshua-Jayem. "He hecho un trabajo muy bueno escondiéndome. Pero sabes, ¡creo que sería una gran delicia ser encontrado! Encuéntrame, querido Padre. Tócame con tu Gracia. Y como yo soy Tú, me decidiré a recibirla. Y en ese momento elijo por tanto recordar que soy Aquel que ha buscado y ha encontrado. Soy Aquel que ha permanecido perfectamente inmutable para siempre. Y soy aquel que se ha percibido a sí Mismo como habiendo cambiado, como habiendo pecado, y habiéndose separado de Sí Mismo. Elijo, pues, reunir las dos partes de mi Ser. Y seré un cuerpo-mente en este planeta – danzando, cantando, y jugando, y creando lo bueno, lo santo, y lo bello. Y ahora abriré esa parte de mi mente que puede pensar de maneras ilimitadas, que se atreve a soñar el sueño imposible. ¡Soy Aquel que permite que Dios viva en mí ahora! ¡Yo y mi Padre somos Uno! Soy la gota de leche que de nuevo se deposita en la plenitud del vaso en el cual mi Padre mora como leche. Y cuando camine con este cuerpo sobre esta Tierra y sienta el rocío de la niebla sobre mi piel, diré, para mis adentros: “¡Ah, sí, es muy bueno!”. Pues yo soy Aquel que tiene el poder de crear este cuerpo, el poder de crear el rocío de la niebla misma. Y la niebla y el rocío en torno a mí son como la Presencia de mi Padre, en la que mi Alma se recuesta. Este mundo ya no es una carga. Este mundo de espacio y tiempo ya no es algo de lo que tenga que escaparme. Ni siquiera la enfermedad y el malestar me limitan. Pues dondequiera que yo esté, Soy la presencia del Amor. Y en este momento, brindo Amor y bendiciones al mundo que veo". 2j1z3
Comentarios de Lección 4 de La Vía de la Transformación. 1f3b3z