KRYON - Libro IV - 05. El padre y el hijo 5e2i33

Bien, pues vamos a dar comienzo a una nueva sesión de comentarios a las enseñanzas de Crión. Esta vez estamos con el libro 4, las parábolas de Crión, y vamos a continuar con la parábola número 5, el padre y el hijo. Como todas las parábolas de Crión, pues tiene un mensaje latente, importante para comprender y recordar y permanecer recordando una serie de cuestiones muy importantes que tienen que ver con las diferencias entre lo que hacemos aquí en la experiencia humana, el escenario tierra, y cómo son las cosas en palabras de Crión del otro lado del velo. Y esto es importante mantenerlo en recuerdo mientras estamos aquí, porque abre la mente y eleva la consciencia de una forma muy relevante.

Bien, pues sin más preámbulo comenzamos con la parábola. Como todas, tiene una pequeña introducción del Icarol, luego viene la propia parábola de Crión, y luego viene el comentario del Icarol con la interpretación de Crión sobre la propia parábola. Nosotros, como hacemos habitualmente, pues lo que vamos a hacer es ir comentando directamente, según vamos leyendo la parábola, pues vamos comentando todo aquello que pueda surgir de interés, añadiendo a la interpretación de Crión del final una interpretación que hacemos aquí y una armonización, si es posible, con otros textos. Y dice así, la primera introducción del Icarol.

Esta es una historia, el padre y el hijo, con la que muchos hombres se identificarán. ¿Es usted el padre o es el hijo? Aunque no sea ninguno de ellos, ni siquiera el sexo masculino, esta historia es de importancia para nuestro planeta. Y es cierto, es de importancia el contenido del mensaje que traslada esta parábola, conocerlo, y mantenerlo. Es una historia sobre el odio, del tipo de odio que dura toda una vida. Nosotros, como humanos, sabemos de historias de odio que duran toda la vida y no se resuelven nunca, y esto ocurre, y hay un mensaje detrás. Uno de los test supremos de la naturaleza humana.

El odio es como un resorte en espiral. Lo que la mayoría de la gente no sabe es que cuando se desenrosca tiene el poderoso potencial de convertirse en amor. Y esto que dice Lee es ni más ni menos que, desde un punto de vista de teoría de la dualidad, que el odio y el amor son dos polos opuestos de la misma energía, la misma energía polarizada.

Pues bien, dice la parábola de Crión, déjenme ahora que les cuente la historia del padre y el hijo, dejen que el amor sature cada poro de su cuerpo a medida que la verdad, latente, de esta historia real se abra ante ustedes. Ahora es el momento de sanar lo que quizás hayan pedido antes. Quizás muchos de los que están escuchando la parábola han tenido también historias de odio de largo recorrido, de largo tiempo.

Dice Crión, este es el momento de alcanzar una comprensión. Diría Jesús, si estuviese en sede de un curso de milagros, este es el momento de la expiación, con mayúsculas, comprensión, deshacimiento del error. Ahora es el momento de sanar lo que quizás hayan pedido antes porque la sanación entrará en acción. Acción es el resultado del conocimiento.

La acción, dice Crión, es un efecto cuya causa es un cambio de mentalidad, es entender algo que antes no entendías. Cuando entiendes algo que antes no entendías, ahí sobreviene una causa nueva creadora y despliega unos efectos diferentes. Diría Jesús que esos son los milagros, cambios en la experiencia humana debido a cambios en la mentalidad por la acción de la ley de causa y efecto. Había en el planeta tierra el padre, ahora aún no el padre.