Jean Bodin - Los Seis Libros sobre la República (Libro I: La Soberanía) (1576) 2jf5w

¡Hola a todos los amigos de Filosofía Puntes! Estamos con Jean Baudin y los seis libros de la República. ¿Qué significa realmente el poder político? ¿Qué rol juega la soberanía en la construcción de un Estado fuerte? Estas son las preguntas fundamentales que Jean Baudin aborda en su obra maestra Los seis libros de la República de 1576. Baudin, un pensador clave del Renacimiento, introduce el concepto moderno de soberanía, estableciendo las bases de la teoría política contemporánea.

Su análisis no sólo explora cómo se organiza el poder dentro de un Estado, sino que también reflexiona sobre la moralidad, la religión y la ley como pilares esenciales para la estabilidad política. Veamos entonces las grandes ideas de este filósofo en este primer libro sobre la República. Sin más dilación, entonces, ¡vamos allá! Bueno, la obra de Jean Baudin está dirigida al monseñor de Faure, consejero del Rey. Baudin establece que el bienestar de la República depende tanto de los príncipes sabios como de la obediencia de los súbditos a leyes justas, en un contexto donde la guerra civil y si las crisis han puesto en peligro la estabilidad del Estado.

Comparando la República con un navío sacudido por tormentas, subraya a Baudin la necesidad de cooperación colectiva para superar las adversidades. El filósofo justifica su decisión de escribir sobre la República en lengua vulgar, con el propósito de llegar a un público más amplio, especialmente aquellos ses que aspiran a la prosperidad de su nación. Sostiene que aunque todas las repúblicas están sujetas al cambio natural, debe procurarse que estas transformaciones sean pacíficas y no violentas.

Critica la superficialidad de ciertos autores políticos que, al desconocer las leyes y el derecho público, han causado daño a los Estados con sus ideas. Baudin contrasta las ideas de Maquiavelo, a quien acusa de promover la impiedad y la injusticia como fundamentos de la República, con la visión de Polivio, quien valoraba la religión como base esencial del orden político. Para Baudin, la justicia es el pilar central de una República, entendida como la prudencia para gobernar con integridad y rectitud.

Considera que enseñar la injusticia como medio para mantener el poder resulta peligroso y destructivo, ya que desestabiliza la armonía social. Finalmente, Baudin advierte sobre dos amenazas opuestas para la República, la tiranía basada en procedimientos injustos y la anarquía surgida de la rebelión popular contra los príncipes naturales.

Ambos extremos, aunque contrarios en apariencia, contribuyen a la ruina del Estado. Por ello, dedica su obra a esclarecer los principios fundamentales del gobierno, con la intención de evitar que la ignorancia sobre asuntos de Estado siga causando daño a las Repúblicas. Esta, entonces, es la dedicación al Monseñor de Ford. Vamos con el libro primero, entonces.

Capítulo 1. ¿Cuál es el fin principal de la República bien ordenada? Lo primero que vemos en esta obra, entonces, es la definición de República por parte de Jean Baudin. Dice, República es un recto gobierno de varias familias y de lo que les es común con poder soberano. Entonces, vamos a repetirlo, República es un recto gobierno de varias familias y de lo que les es común con poder soberano.

La República se entendía como un sistema de gobierno ordenado, basado en la justicia y la soberanía, en contraposición a las bandas de ladrones y piratas que carecen de un principio legítimo de autoridad. Baudin señala que aunque las repúblicas no sean necesariamente felices o prósperas, su virtud principal radica en la aplicación de un gobierno justo y recto, no en la búsqueda de una felicidad material o externa.

Baudin subraya que la felicidad de la República no se refiere a su riqueza o poder, sino al orden moral y la contemplación de la verdad y la justicia. Cita a Aristóteles y Marco Barrón, quienes reconocen que la verdadera felicidad humana y republicana radica en la contemplación de lo divino, lo natural y lo humano, es decir, en las virtudes intelectivas.

Baudin también reconoce que las repúblicas deben satisfacer necesidades materiales básicas, el territorio, los alimentos, la defensa, pero considera que estas son sólo medios para alcanzar un fin más alto, la virtud y la contemplación. La sabiduría y la virtud intelectiva son la base de la verdadera felicidad, tanto para los individuos como para las repúblicas.