Inventario de emociones 3i1264

Hola, soy Alexa Hidárraga, entrenadora emocional, y estoy feliz de acompañarte en este encuentro sanador con tus emociones. No eres culpable de la forma como te enseñaron a manejar tus emociones, pero sí eres responsable de aprender una nueva manera de sentir y expresar.

En tu inventario de emociones vas a encontrar 5 columnas. Si lo tienes impreso, vas a empezar a trabajar en cada una de ellas. Si no lo tienes impreso, puedes recrear estas 5 columnas en una hoja en blanco. En la primera columna vas a permitirte expresar todo lo que estás sintiendo en este momento. No tengas temor, todas tus emociones son válidas, no son insignificantes.

Las emociones, lo que tú sientes, es sagrado, y es importante aprender a reconocerlo. Así que vas a escribir allí todo lo que sientes. Miedo, tristeza, frustración, rabia, ansiedad, culpa. Recuerda, todas tus emociones son válidas. Ahora este ejercicio también puedes hacerlo con emociones que no expresaste en un momento doloroso o traumático. La muerte de un ser querido, una ruptura amorosa, una situación complicada de salud, una quiebra económica.

Y seguramente me dirás, ¿para qué quiero recordar eso que tanto dolió? Porque si no lo haces de manera consciente, tu subconsciente va a seguir reaccionando a episodios similares a ese momento que no has gestionado. Por eso es que es tan importante que puedas ir a los momentos dolorosos, reconocer la emoción, identificar la herida y sanar para avanzar. Tómate tu tiempo para reconocer lo que sientes o lo que sentiste en ese momento.

En la segunda columna vas a encontrar la causa. Y seguramente hay muchas causas por las cuales sientes lo que sientes en ese momento. Puedes estar triste porque tuviste una discusión con tus hijos, o puedes tener rabia porque viviste una injusticia en tu trabajo, o puedes tener frustración por esa situación de pareja que se repite una y otra vez y nunca se resuelve.

Puedes tener miedo porque estás frente a un cambio muy significativo en tu vida, un cambio de trabajo, un cambio de ciudad, un cambio de país. Así que es importante que puedas identificar la causa. Pero vas a tratar de encontrar la causa detrás de la causa.

Te pongo un ejemplo. Discutiste con tu hijo, con tu hija, con tu pareja, con tu jefe. Eso te causa tristeza. Pero ¿realmente la causa es la discusión? ¿O qué hay detrás de la discusión? ¿Te sentiste rechazado? ¿Humillado? ¿Sientes que tus puntos de vista no son importantes y eso es lo que te causa la tristeza? ¿Es un episodio repetitivo? ¿Es decir que sumado a la tristeza tienes frustración porque siempre que intentas poner tu punto de vista no hay una aceptación por parte de la otra persona? Fíjate que no es la discusión en sí lo que te genera la tristeza, sino lo que hay detrás de la discusión.

El rechazo, la humillación, el no tener en cuenta tus opiniones. Y esto te conecta con la tercera columna. Y aquí es donde te digo que el inventario empieza a doler. Pero recuerda, es un dolor sanador. Todos los seres humanos hemos vivido episodios dolorosos en nuestra vida que nos marcaron de alguna manera. Una herida emocional es ese dolor que siento cuando soy tratado diferente a como fui diseñado. Fuiste diseñado para ser amado, valorado, cuidado, aceptado.

Pero cuando no recibes ese trato hay un dolor, consciente o inconsciente. ¿Lo aceptes o no? ¿Y por qué? Porque no fuiste diseñado para ser tratado de una forma brusca, no fuiste diseñado para ser tratado de forma violenta, para ser tratado a las patadas o atropellado por otras personas. Si en este punto niegas el dolor no vas a poder avanzar. Es importante que reconozcas las heridas emocionales y cómo éstas han potenciado tus emociones bajas como la rabia, la frustración, el miedo o la tristeza.

Las cinco heridas emocionales son abandono, rechazo, humillación, injusticia o miedo a confiar. Es importante que aquí hagas un alto y puedas identificar cuál fue ese momento de la vida donde te sentiste por primera vez abandonado, rechazado, humillado, traicionado o viviste un episodio injusto. Sí o sí esto te conecta con un momento de tu niñez.

Quizás viviste el abandono de un padre, la humillación de una madre, la burla en el colegio, el rechazo de tus amigos porque tenías algo diferente, recibiste una promesa, tus papás te dijeron vamos a ir a tal lugar y nunca cumplieron, tu papá te dijo que nunca se iba a ir y finalmente se fue, viste como mientras no tenías zapatos para ir al colegio tu padre o tu cuidador se gastaba el dinero en alcohol mientras tú sufrías, aguantabas hambre o tenías los zapatos rotos.