Holocausto 561r47

No audio relatos de jota emme núñez retortillo holocausto llegué a mi destino pasadas de largo las dos y media de la tarde envuelto en una lluvia persistente que amenazada con calarme hasta los huesos todas las pistas me habían conducido hasta las afueras de berlín donde se hallaba aquel matadero construido por el partido nazi para albergar a miles de judíos gitanos y dizzy lentes de todo tipo con el fin último del holocausto el campo me recibía con el lema del partido del trabajo os hace libres forjado sobre el hierro de la portada a modo de augurio nefasto para quienes rugidos con la fatalidad del destino atravesaron a diario las dos puertas por aquella construcción atenaza el corazón con su aspecto siniestro su interior superada con creces todas mis expectativas alimentadas a base de prejuicios puesto en la piel de los residentes sachsenhausen continuaba despidiendo una pestilencia insoportable un hedor nauseabundo que me hacía albergar la idea de que los responsables del campo de exterminio habían decidido conservarlo como parte indisociable del conjunto de su memoria allí dentro podían verse aún de pie algunos de los pabellones donde los militares hacinaban a los presos como apoyos en una granja sólo quienes tuvieron más suerte por lo general prisioneros de guerra vivieron con mayor soltura en unos barracones de menor tamaño apartados y separados del resto por un mono se trataba de un caso u otro la condena se antojaba perversa cuando la encarcelación no venía precedida de delito pero más aún desmedida cuando la pena capital se vislumbraba en el futuro de la mayoría y ese futuro se fraguaba en gran parte en el complejo situado en el ala occidental del campo encubierto por las cruces falseadas resaltadas sobre la pintura blanca lo que a simple vista parecían barracones médicos en realidad escondía en una inagotable relación de torturas y experimentos de todo tipo que tenían en los prisioneros a sus conejillos de indias se cometieron cientos de tropelías y aberraciones eso era incuestionable aunque para mí había algo aún peor que me había traído hasta aquel lugar cabía la posibilidad de que mi abuelo hubiera formado parte de aquel grupo de médicos sin código deontológico días atrás se había personado en mi domicilio un individuo que se presentó ante mí como virgen guzmán al parecer conocía la responsable de la biblioteca donde había estado recabando información sobre mi abuelo y quería presentar ninguna propuesta muy interesante yo nunca conocí a mi abuelo porque según mis padres habían muerto durante el transcurso de la segunda guerra mundial lo que yo no encajaba demasiado bien era que su cadáver se encontraba desaparecido existiera una tumba donde llorarle desconfiar de la versión de mis padres siempre me produjo una sensación de desolación pero el afán por conocer el paradero de mi abuelo me llevó a recelar de su historia y a emprender su búsqueda este desconocido decía tener información muy valiosa respecto de cuanto pudo ocurrirle y tan secreta que se hallaba escondida bajo el suelo del campo de concentración más cercano a berlín para recuperarla debía encontrar allí una señal horadada sobre la piedra del muro norte después se a unos cincuenta centímetros de profundidad en el suelo que se situaba en la trayectoria marcada por la perpendicular a la superficie partiendo de la masa si tenía éxito encontraría un pequeño cofre con lo que buscaba los papeles que ocultaron rusos y americanos con todos los informes sobre los experimentos realizados por los médicos al servicio del tercer imperio gluckman me había confesado que conocía la exis atencia de estos papeles desde hacía mucho tiempo debido a que un familiar cercano tuvo una relación estrecha con el campo y que por eso nunca había reunido las fuerzas necesarias para desenterrarlos sin embargo yoshi poco después de llegar a esas en housing aprovechen la soledad propiciada por el mal tiempo para excavar el suelo y dar con un cofre en un principio me pareció demasiado pequeño para contener los documentos relatados por vírgenes pero la sorpresa mayúscula aconteció cuando lo abrí y leí la nota oculta en su interior sólo entonces pude darme cuenta de la tremenda magnitud debería ser alguien soy isaac leví hijo de david si aún recuerdo bien el nombre suplantado por este número maldito tatuado a fuego en mi antebrazo a ti no te dirá nada es más si mis cálculos se confirman tal vez pasen años incluso siglos y la nota continúa sin desenterrar las fuerzas me abandonan y el espacio escasea por tanto seré breve