HISTORIA DE UNA EPOCA RESISTIR A LO POLITICAMENTE CORRECTO PARTE 2 4t2e2l

Historia de una época, con Javier García Isaac.

Pues estamos en Historia de una época y lo prometido es deuda.

Saben ustedes que la pasada semana estuvimos hablando con Arnaud Imat sobre su último libro, un libro de editorial Actas, Resistir a lo políticamente correcto en la historia, hitos para un conocimiento no contaminado por la ideología globalista.

Aquí tienen este magnífico libro de Arnaud Imat, de editorial Actas.

Arnaud, bienvenido, ¿cómo estamos? Gracias de nuevo por la amable invitación y buenos días a todos.

Yo te dije que no había prisa, que había sido suficientemente interesante esta primera parte que habíamos comentado y que merecía la pena que hiciéramos una segunda parte, un segundo programa, para rematar lo que nos contabas en el libro.

La pasada semana nos hablabas de qué te había empujado a un francés como tú a interesarse por la cultura, la vida y la historia de España.

Hablamos de la introducción en tu libro, hablábamos de otras cuestiones, hablábamos de esa genealogía de la crisis en Europa y Occidente y sobre el terror de las revoluciones sa y rusa y si eso había influido en el devenir europeo.

Yo creo que nos habíamos quedado y vamos a hablar ahora, Arnaud, sobre el liberalismo, el liberalismo, el nacionalismo, el fascismo del siglo XX y sobre todo la pregunta es si existen varios tipos de liberalismo, varios tipos de nacionalismo, varios tipos de fascismo y también que nos dijeras desde tu punto de vista cuántos mitos y cuántas realidades sobre liberalismo, nacionalismo y fascismo en el siglo XX.

Sí, desde luego he dedicado capítulos a estos temas que son temas en concreto de ideas, de historia de las ideas y creo que es interesante definir el liberalismo y sobre todo enseñar, empezando por el liberalismo, enseñar que hay diferentes liberalismos.

Se puede decir que hay en el fondo cuatro liberalismos.

El liberalismo es el heredero de la ilustración en el sentido que propone la defensa de los derechos individuales, defiende la democracia representativa y la economía de mercado o el capitalismo, según lo que uno quiere decir.

Y se le reprocha ante todo el individualismo y el materialismo y el economicismo, digamos, pero al final hay cuatro liberalismos que son, hay un liberalismo que es el clásico, el clásico jurídico o económico, el de Mises y de Hayek, digamos el primero que considera que el Estado debe ser un mínimo ocupándose de las cuestiones de defensa y de orden público, esencialmente.

Luego hay un liberalismo libertariano que es, por ejemplo, el de Rothbard, que nos dice que al final el Estado es siempre el mal y por lo tanto, porque siempre es un agresor a la propiedad y con lo cual incluso critican el Estado residual, digamos, de la visión clásica del liberalismo.

Luego hay un liberalismo intervencionista, o yo lo llamaría fiscalista, el de Stuart Mill o de Keynes y quiere, en el fondo, quiere obtener la igualdad, la igualdad entre todos.

Y al final hay un cuarto liberalismo que es un liberalismo realista, un liberalismo que acepta, digamos, la política y el conflicto, porque la política es siempre conflicto y el conflicto, es decir, que no tiene una visión utópica, como recientemente oía Zapatero explicarnos que al final él dice, bueno, yo no lo voy a conocer, pero un día ni siquiera...