La Guerra de Granada y el Gran Capitán | Fernando Ortega Andrés b2r69

Bueno, muchísimas gracias por la presentación, Vicente, y gracias al público asistente.

Bueno, pues sí, hoy el tema que vamos a tratar es doble. Por una parte lo que es la Guerra de Granada, uno de los conflictos bélicos que se desarrolló aquí en la península ibérica, yo diría de los más largos que existió, fueron diez años de cruenta guerra.

Y lo que poca gente sabe es que probablemente nuestro mejor general, el mejor caudillo militar que hemos tenido en el territorio peninsular, el gran capitán, don Gonzalo Fernández de Córdoba, pues fue un protagonista estelar en este conflicto bélico.

La Guerra de Granada supuso el fin de un proceso hoy en día bastante polémico, al menos en su denominación, que es la Reconquista, y uno de los principales artífices de ese éxito fue precisamente Gonzalo Fernández de Córdoba.

Gonzalo Fernández de Córdoba probablemente, si fuese inglés o americano o de cualquier otra nacionalidad, pues tendríamos películas, series, mil libros, camisetas, estatuas por todas las plazas, y parecemos olvidar que nosotros tenemos una historia riquísima y que Gonzalo Fernández de Córdoba seguramente fue nuestro mejor general.

Probablemente lo conoce por su epopeya, por su épica en las famosas guerras italianas, sobre todo en las batallas de Garellano y Cerignola, pero todo eso que luego aplicó en las guerras italianas lo experimentó como un laboratorio en la Guerra de Granada.

Y de esto va a versar la conferencia, de qué ocurrió en la Guerra de Granada, cómo se combatió en la Guerra de Granada y cuál fue la intervención de Gonzalo Fernández de Córdoba.

Bueno, pues si os parece, vamos poco a poco haciendo primero una referencia historiográfica.

No voy a entrar en cuáles son las fuentes.

Está claro que las fuentes primarias son aquellas donde nos tenemos que basar, pero debemos recordar que en esta época los historiadores no eran auténticos científicos, tal y como hoy los entendemos, sino que eran cronistas pagados por un rey.

Entonces, lo que nos cuentan en las crónicas es aquello que acomodaba al rey, que era en realidad el pagador.

Pero si queremos acudir a una fuente fiable y, además, donde se explica perfectamente qué ocurrió en este conflicto, hay que acudir a Milán Gerladero Quesada, que sin duda es la gran autoridad sobre este conflicto bélico.

Bueno, vamos a ver un poquito a qué punto llegamos en ese 1482, cuando se inicia la Guerra de Granada.

Recordemos que en el 711 se produjo la invasión musulmana en la Batalla de Guadalete y luego de manera sucesiva diversos gobiernos o diversos califatos islamitas fueron los dueños, los poseedores del territorio peninsular.

Antes de comenzar, una aclaración.

Podemos hablar de España, pero España, como el Estado Nacional que hoy en día conocemos, en realidad es un concepto decimonónico.

Los Estados Naciones son posteriores, yo diría, a la Revolución sa.

Entonces, aunque hablemos de España, en realidad tenemos que hablar de los territorios peninsulares o los territorios hispánicos.

De hecho, Portugal hoy es una nación diferente a España, pero, sin embargo, en aquella época entraba dentro de eso que llamábamos los reinos cristianos.

Por lo tanto, cuando hablemos de España, no hagamos referencia al concepto de nación de hoy en día, sino al territorio peninsular.

Después de ese dominio musulmán, tanto en el califato Omeya, luego la Basida y, posteriormente, el independiente de Córdoba, vino una serie de reconquistas territoriales.

No vamos a entrar en la discusión de si hubo una reconquista o no.

Al menos, desde el punto de vista del credo, de la fe, la hubo, porque en el 725 prácticamente toda la península ibérica pertenecía al dominio islamita y en 1492 toda la península ibérica pertenecía a los reinos cristianos.

Pero, bueno, al margen de esa discusión en la que no voy a entrar, sí que es cierto que durante ese periodo de la reconquista, esos 800 años, hubo una serie de fluctuaciones.

En ocasiones eran los reinos cristianos quienes recuperaban el territorio, en ocasiones eran los musulmanes quienes, normalmente apoyados por el imperio emergente norafricano, ya fueran primero los almorávides, luego los almohades y posteriormente los benimerines, pues de alguna manera recuperaban parte del territorio perdido.

Hasta que llegó una batalla en el 1212, la Batalla de las Navas de Tolosa, que eso fue el punto de inflexión donde ya el proceso de recuperación territorial era inevitable.

En dos flancos, por una parte el flanco oriental, Valencia-Baleares con Jaime I y Fernando III en toda la zona castellana.