FRAGMENTOS INSOMNES-La Misiva (Felip Granados) 1m5y3o

La misiva relato corto de felipe granados narrado por antonio valentín la carta llegó una fría mañana de invierno justo cuando creía que el día no podría verse más sombrío el viento soplaba con inusitada furia mientras las ramas desnudas de los árboles arañaban las ventanas de mi consulta estaba absorto en mis papeles revisando los casos de mis pacientes cuando la vieja campanilla de la puerta sonó anunciando la llegada del cartero al abrir la puerta me encontré con una carta e inusual sobre estaba amarillento y desgastado sellado con lacre rojo que portaba un símbolo totalmente desconocido para mí la abrí con cuidado temiendo rasgar el frágil papel el contenido de la carta era críptico y tremendamente escueto escrito con una caligrafía elegante pero anticuada doctor francis su habilidad para curar es harto conocida pero hay males que no se curan con hierbas ni bisturí lo espero a medianoche en el cementerio de ravens slack la vida de muchos depende de usted no falte esas palabras me inquietaron terriblemente a quién no intenté concentrarme en mis pacientes pero la carta ocupaba todos mis pensamientos quién podría haberla enviado cada vez que intentaba apartarla de mi mente sus palabras volvían a mí llenándome de una inquietud que no podía controlar al caer la noche cerré la consulta no obstante estuve en ella arreglando algunos papeles eran asuntos que requerían algunas especificaciones médicas que no quería irme sin haber terminado ese trabajo ya alrededor de las once y media me envolví en mi abrigo cogí una vieja linterna que tenía en uno de los armarios y salí al exterior el camino al cementerio estaba desierto y cada uno de mis pasos sonaba fuertemente o eso me parecía a mí en esos momentos la lechosa y temerosa luna oculta tras unas nubes densas y amenazantes apenas iluminaba el sendero que tenía ante mí al llegar todo el campo santo estaba envuelto en sombras y broma las laprida se me observaba mudos preguntándose el por qué de mi presencia encendí la linterna pero estaba tan gastada y vieja que apenas iluminaba el camino que tenía frente a avance con cautela sintiendo el peso de una presencia invisible que me observaba desde la oscuridad de repente una figura emergió de las sombras era un hombre alto envuelto en una capa oscura que se mezclaba con la noche doctor francis dijo con voz grave me alegra que haya venido hay mucho en juego me acerqué con desconfianza manteniendo una distancia prudencial quién es usted pregunté tratando de mantener la calma qué quiere de mí el hombre levantó una mano en un gesto de paz no tema doctor mi nombre es elías black represento a un grupo que se enfrenta o un mal ancestral necesitamos de sus servicios un mal ancestral repetí incrédula soy un médico no un cazador de monstruos black sonrió aunque la expresión no