RELATOS INSOMNES (Completo)-Ellas si que me Desean (Antonio Valentín) 1v6764

Bienvenidos a las lecturas de un grimorio insomne. Libro a libro, palabra a palabra,
haremos que dormir sea imposible.
Buenas noches, queridos insomnes. Hoy me voy a autopublicar. Este relato ha sido confeccionado
principalmente para el podcast El Bazar de los Tormentos, de mi amigo Alex Van Helsing,
cuyo entusiasmo por todo esto es inconmensurable. Es una colaboración que se va a hacer habitual
tanto en El Grimorio Insomne como yo en El Bazar de los Tormentos.
Para este relato, que he escrito con mucha obsesión, he contado con la inestimable
ayuda de Nerea Mata, de El Espacio Ceremonias Nocturnas. No dejéis de seguirlo en TikTok
y en Instagram, porque sinceramente no os va a dejar indiferentes. Ah, por poco me olvido.
Este relato se incluyó en el especial de Halloween de El Bazar de los Tormentos.
Así que pasad por su espacio en iVoox para escucharlo completo con todos los demás
relatos. Son una gozada. Sin más dilación, ellas sí que me desean.
Te como, tío. Uf, no sé qué tienes, pero tengo ganas de zambarte como lo deseaba desde
hace mucho.
Me soltó la tía en pleno pub, tras varias copas y varios rechupeteos de alguna droga
que le vi restregándose por la boca. En realidad me divertía, me excitaba por momentos y me
sorprendía su obstinación para enredarme y llevarme al huerto, aunque su torpe agresividad
y corralerismo me hacían dudar de que fuera idónea.
Ya me ha dicho ese colega tuyo tan pígete y empalagoso de la barra que eres arisco reservado
y que sueles irte solo a casa.
Me soltó de sopetón, echándome media copa encima.
No, mujer, lo que pasa es que he venido a un conciertillo puntual e irme temprano, que
es domingo y mañana se curra, ya sabes, lunes, el peor día de la semana.
Va, si has venido un domingo es por algo más que un directo.
Volví a rugir con ojos vidriosos y empujándome a una esquina. No le faltaba razón.
Bueno, si te apetece salgamos y hablemos fuera.
Estamos estorbando a la puerta del meadero y no te voy a negar que me apetece seguir
la charla.
Les peté con carusa pícara y deseando llevarla a un terreno más aislado y silencioso.
Era hora de actuar.
Mira tía, perdona si parezco algo gorde, me halagas mucho, pero tengo que ser claro.
Tengo una relación, muy sólida y absorbente, eso sí, pero liberal y participativa, si
es que a este plan te interesa. Me esperan en casa, pero seguro que si eres abierta de
mente y quieres seguir de juerga… En fin, somos hospitalarios.
Reí abiertamente tras el tanteo, abrió los ojos como platos y resopló ruborizada y algo
acelerada. El plan le había gustado y yo lo sabía perfectamente.
Coño, es el mejor plan que podía esperarme y ni te lo voy a preguntar si es chico o chico,
me apunto si la habitación no es muy alejada.
Pues no, vivo cerca y ya verás si somos hospitalarios, aunque te pido solo una cosa.
Le susurré al oído. Finge que te aburriste y que te vas a casa. Dame unos minutos para
que me despida de este imbécil también y nos vemos en un cajero que hay a la esquina
al final.