Fernando El Católico y Germana de Foix: La complejidad de un matrimonio | José Calvo 1j5h2e

Muchas gracias a don Vicente Bosch por sus palabras, por su hospitalidad y por su amabilidad.

Y muchas gracias al Ateneo por acogerme en su casa y hablarles del tema que hoy nos trae aquí.

Y también muchas gracias a ustedes, porque yo supongo que en Valencia hay muchas cosas que hacer.

Quizá más importante es que venirse a un salón, venirse al salón del Ateneo para escuchar a un profesor andaluz que se divierte mucho escribiendo novelas.

Tengo que decirles, como ha dicho don Vicente, que esta conferencia estaba prevista para el mes de octubre, 28 de octubre creo recordar, 29 de octubre, y sin embargo ocurrió lo que ocurrió.

Tuvimos que posponerla, la idea era presentar ese libro, El rey regente, ahora me referiré a él en un momento.

Y curiosamente hoy, en el momento en que don Vicente y yo decidimos que la fecha de la conferencia aquí en el Ateneo era el 26 de febrero, yo todavía no sabía que el 26 de febrero era el primer día que llegaba a las librerías mi nueva novela.

Una novela que se llama Dueños del mundo y que se refiere a la gran epopeya de la incorporación de Portugal a la monarquía de Felipe II, un rey muy maltratado por la leyenda negra y que los historiadores españoles creo que tenemos la obligación de ir sacándolo de ese pozo en que lo metieron sus enemigos, que eran muchos e importantes y que ha creado una imagen del rey verdaderamente diferente a lo que en realidad fue.

Pero vayamos a lo que en este caso nos ocupa.

El matrimonio del rey de Aragón, de Fernando de Aragón y de Isabel de Castilla, los que luego serían denominados los reyes católicos, fue el primer paso para establecer una doble monarquía que da lugar a lo que hoy llamamos España.

Sin embargo, la unión que planteaba el matrimonio de Isabel y de Fernando era una unión dinástica, es decir, los descendientes de Isabel y de Fernando iban a convertirse tanto en reyes de Aragón como en reyes de Castilla, Castilla y León, salvando una diferencia muy importante que había entre la corona de Aragón y la corona de Castilla y León.

Y la diferencia era que en Castilla las mujeres podían reinar, en Aragón no.

En Aragón las mujeres podían transmitir el derecho de sucesión, el derecho a ejercer de monarca, pero no podían ser reinas.

Y eso era algo que también se salvaba en aquel momento.

Una hija de ese matrimonio, de ese matrimonio doble entre Castilla y Aragón, si ustedes quieren, podía convertirse en monarca, en soberana de los dos reinos, como en realidad terminó ocurriendo.

Yo no voy a referirme a ese matrimonio, a ese primer matrimonio de Fernando el Católico, con todas las implicaciones y las consecuencias de tipo político y de tipo histórico que se derivaron del mismo.

Saben ustedes que los reyes católicos llegaron al trono, sobre todo Isabel llega al trono, con un conflicto muy importante para suceder a su hermano, a Enrique IV, a Enrique IV de Castilla, sobre el que pesaba la leyenda de que era impotente y que, por lo tanto, la hija que había dado a luz su esposa no era tanto hija suya como hija de su esposa, lo cual no cuestionaba absolutamente nadie.

Esa idea hizo que la princesa Juana fuese conocida, ustedes han oído mucho este nombre, llamada la Beltraneja. Hubo partidarios de que Juana fuese quien ocupase el trono de Castilla a la muerte de Enrique IV y hubo partidarios que apostaron por que fuese Isabel, la hermana de Enrique, quien ocupase ese trono.

Y eso dio lugar a una guerra, una guerra muy complicada, una guerra civil muy complicada, que se desarrolla entre 1475 y 1479. Fíjense, porque en ese conflicto yo creo que se jugaba el destino de lo que hoy es nuestro país. Apoyaban a Isabel una parte de los castellanos, ya lo he dicho, y los aragoneses, su marido.