¿Existe la pareja ideal? 2h5t16

Aquí estamos nuevamente en La Vida Como Es. Les habla José María Contreras.

¿Existe la pareja ideal? ¿Existe o no existe la pareja ideal? Como en muchas cosas de la vida, cuando la cosa es tremendamente complicada, yo me voy a cifrar más bien en lo que no es la pareja ideal, porque claro, decir que es la pareja ideal para todos ustedes o para todos vosotros será un tirarse de la moto, pero lo que no es la pareja ideal sí que se puede decir.

Esto no es la pareja ideal, esto no es la pareja ideal, esto no es la pareja ideal.

Y esto sí es lo que se llama describir una cosa por la vía negativa.

Y empiezo. Una persona con adiciones, sea del tipo que sea, adiciones a la droga, adiciones al sexo, adiciones al juego que ahora mismo está muy, muy extendido, adiciones al alcohol, adiciones muchas veces a las emociones, porque hay parejas que están adictas a las emociones del noviazgo, de lo que emociona un noviazgo.

Una pareja con todos esos temas o con alguno de ellos no es la pareja ideal.

Muchas veces nosotros nos creemos que tenemos la posibilidad y que sería una falta de justicia el dejar a la otra persona, porque precisamente a lo mejor necesita ayuda para dejar esas adiciones.

No es una falta de justicia. Un noviazgo no está para hacer filantropía ni para hacer caridad.

Si quieres hacer filantropía, si quieres hacer caridad, apúntate a una ONG o apunta a lo que sea.

Un noviazgo está para ver si yo puedo compartir mi vida con la otra persona.

Y una persona con adicciones tiene la voluntad dañada. Es así, claramente así.

Tiene la voluntad dañada. Y no podemos compartir nuestra vida con una persona con la voluntad dañada porque precisamente con lo que se quiere es con la voluntad.

Una persona sin voluntad, un niño pequeño, no puede querer. Tiene apego, pero no puede querer.

Una persona con Alzheimer no puede querer porque no tiene voluntad.

Precisamente por eso todos sus actos, sea del tipo que sea, sean civiles, si mata a alguien, no tiene castigo porque es una persona sin voluntad.

Una persona que no tiene voluntad, que está apegada a una adicción, no puede querer.

Por tanto, muy importante el saber que una persona con adicciones no es la pareja ideal.

Vamos ahí poniendo cosas, poniendo cualidades que la pareja ideal no tiene que tener.

Es muy difícil decir cuál es la pareja ideal y mucho más difícil decir cuál es la pareja ideal de personas que me están oyendo o que me pueden oír cuando esto se cuelgue.

Pero lo que sí puedo decir es que esa no es la pareja ideal.

También hay gente que emocionalmente es incapaz de dejar a una persona por la razón que sea.

Porque ya ha tenido sexo con ella, por lo que sea.

Muchas veces las mujeres son más difíciles de dejar a una persona emocionalmente porque una mujer, como he dicho en otros podcasts, es sentido, corazón, cuerpo.

Y un hombre, en cambio, es vista, cuerpo, corazón.

El hombre entrega el cuerpo antes que el corazón y la mujer entrega el corazón antes que el cuerpo.

Por tanto, si ha entregado el corazón, le es mucho más difícil dejar a esa persona.

Pero tenemos que saber que con un, le voy a llamar enganche, no me gusta la palabra, con una adicción emocional, con un enganche emocional, no es la persona ideal.

Para ver quién es la persona ideal tenemos que saber separarnos de los sentimientos un poco.

Tenemos que ser libres y con eso, que somos incapaces de dejar a una persona, eso también es una adicción y con esa persona no se puede, no se puede decidir.

A lo mejor hace falta tiempo, pausa, para ver si tenemos esa adicción emocional.

Y cuando ya se vaya entonces podremos decidir.

Pero no es fácil, no es fácil decidir.

Es que me tiene unubilado, hoy mismo me ha preguntado una persona, es que yo no sé si lo quiero o no lo quiero.

Claro, es que en ese momento de empacho emocional es mejor no tomar decisiones, es mejor esperar, esperar y esperar.

Porque la decisión y sobre todo la decisión con quien vamos a compartir la vida es la decisión más importante que vamos a tomar en nuestra vida.

Por tanto, si la vamos a tomar de una manera en la cual la libertad brilla por su ausencia, no es una decisión buena.

Porque claro, es que vamos a compartir con esa persona nuestra vida emocional, nuestra vida sexual, nuestra vida económica, toda nuestra vida.

Entonces yo me puedo hacer la pregunta, es decir, cuando a mí estos sentimientos me desaparecen.