España va mal: el mantra de la derecha (CARNE CRUDA #1511) 2m4ui

Así que señor Sánchez, ¿cómo puede venir a pedir confianza para escenarios bélicos si es incapaz de asegurar el transporte o la electricidad en tiempos de paz? Nos pareció que fue lenta e ineficaz, tanto es así que estuvimos hasta bien entrada la noche con una parte importante del territorio nacional y de la capital del país en negro.

Que es que era el mejor sistema eléctrico del mundo, según nos había dicho el gobierno de Pedro Sánchez y según nos había dicho Beatriz Corredor, que el sistema eléctrico en el que nunca podía pasar lo que sucedió, sin embargo, efectivamente sucedió.

Caos, desastre, catástrofe, el PP parece un informativo de piqueras, España va mal, es un estado fallido, nada funciona, el apagón lo provocó Sánchez pisando un cable, los sabotajes a los trenes solo se dan cuando gobierna la izquierda, en fin ya no se acuerdan del robo de fibra con Rajoy que paralizó el AVE en Cataluña y dejó en tierra a 13.000 viajeros.

España solo funciona cuando la gobierna la derecha, o sea, los que dejaron morir a 7.291 ancianos en las residencias de Madrid y a 227 personas en La Dana.

El sanchismo está convirtiendo al país en una dictadura, dice el ayuso que controla la información pública madrileña y maneja a la privada con publi y subvenciones.

No hay libertad, afirman libremente los medios de máxima audiencia.

España se hunde, aunque es la economía que más ha crecido en el mundo en 2024 según organizaciones tan comunistas como el FMI, la OCDE y la Comisión Europea y periódicos tan de extrema izquierda como el Financial Times y el Economist.

Es cierto que el gobierno está debilitado y trata de saltarse el debate parlamentario para esconder su debilidad, pero la exageración deslegitima a la legítima crítica.

Nada nuevo, cara al sol.

Que España caiga, que ya la levantamos nosotros, decía Montoro.

Cuanto peor mejor, que diría Mariano.

La derecha y la ultraderecha siempre agitan el caos para traer el orden.

Así hicieron caer la república y así intentan hacer caer al gobierno.

El problema es que no lo están consiguiendo y se están poniendo muy nerviosos.

Este fin de semana llamaron a sus bases a tomar la calle y había menos gente que en una sede de Ciudadanos.

Por eso el ayusismo y su equipo de opinión sincronizada han forzado a fijo a adelantar el Congreso Nacional del PP un año.

O te pones las pilas, Albertito, o nos buscamos a otra.

Cuando uno lee o escucha esos medios, lo que no sé es cómo la gente de derechas no está quemando contenedores, luego salgo a la calle y les veo colgar muñecos con la cara de Sánchez mientras disfrutan de un alto nivel de vida y me tranquilizo.

Lo que no me tranquilizan son las consecuencias del mantra.

A quien beneficia el discurso de que nada funciona es a quienes quieren que la democracia no funcione para impugnarla.

La derecha es siempre el trampolín de la ultraderecha.

Como decía aquella famosa viñeta de Hermano Lobo, nosotros o el caos, el caos también son ellos.

Solo les falta decir que Sánchez es el anticristo que mató al papa, que también les parecía diabólico.

Como esta canción brutal titulada por los Rolling Stones, Simpatía por el Diablo.

Me sabe a mierda lo que hablan los demás.

Si a veces que se quejan, a mí me cuesta hablarlos.

Por eso mismo, desde Carajito, tengo simpatía por el diablo.

Se llama Krim, C-R-Y-Y-M, y acaba de ganar el segundo premio del concurso Villa de Madrid.

Yo me quedo con este caos y no el que quiere la presidenta madrileña.