EP 59: Cómo superar al 99% con trabajo profundo y concentración total 2n465c

¿Cómo están mis imparables? Bienvenidas a un nuevo episodio de nuestro podcast Mamás Imparables. Pues como pueden ver mi cara, ando un poquito como me siento, me veo como más cansadona porque han sido unas semanas muy pesadas, o sea, no tanto pesadas sino que ha sido como que mucho aprendizaje, he hecho cosas que me han sacado de mis zonas de confort demasiado y quiero platicarles que acabo de hacer mi primer lanzamiento de mi primer curso de Mujer Imparable, el cual estoy súper orgullosa, pero que ha sido un gran reto. Yo creo que siempre pasa que pasan cosas inesperadas, pero eso pues es lo sabroso de la vida, depende mucho de cómo lo veas.

Ahí es dominguito y está empezando a refrescar aquí en Monterrey, vamos a amanecer a ocho grados mañana, así que me quise preparar un cafecito, un latte, antes de empezar mi conversación con ustedes. Saludcita, voy a echarme un suavito. Pues hoy, hoy di mi primer masterclass, mi primer webinar, hablé de unos temas que sé que son muy importantes en nosotros las mujeres, hablé de los tres errores de amor propio que sabotean nuestras metas, porque quiero practicar más que nada el detrás de cámaras, lo que hay detrás de un lanzamiento cuando hay un nuevo programa.

Pues sí, ha sido todo un reto. Número uno, porque ustedes saben, yo soy modelo 86, no soy, sí soy tecnológica, pero hay muchas cosas que apenas estoy aprendiendo y las he ido aprendiendo sobre la marcha, pero pues son aplausos que digo, estás intentando y lo estás logrando, ya vi ya, sabes. Pero ustedes también saben, y las que son mamás me van a entender, que cuando una es mamá trabajadora y más que tienes dos negocios como yo en este caso, es crucial, es importantísimo tener una buena ayuda en casa, porque o haces una cosa o haces otra y sobre todo porque muy inteligentemente tomé un consejo que dice ¿cuánto vale tu tiempo? ¿cuánto tiempo le inviertes en tu lavar los trastes, en tu recoger todo? Entonces haces las cuentas y dices no, pues es que una hora de mi tiempo vale tanto, mejor le contrato a alguien, delego esa tarea para yo poderme concentrar en lo mío, pero ¿qué pasa cuando esa ayuda se va sin avisar y aparte te roba? Nunca me había pasado o al menos no me había dado cuenta que me hubieran robado y la verdad es que fue como una desmoralización, porque venía súper recomendada la señora, que había durado cinco años con otra familia, que es súper buena, entonces como que yo confié, fui noble y además me decían que ella pues vivía ahí con la familia, entonces me aporté con ella como súper gente, súper bien, ¿qué te falta? ¿qué necesitas? y casi creo que me hizo la listita de que quiero una antena de aire, quiero no sé qué y yo ok, pero decía bueno es la persona que te va a estar apoyando en casa, dale, pero pues la notaba medio rara, de repente sentía como esa miradita que como dicen en el Viborona, pero dije bueno quien sabe, a lo mejor ella está acostumbrada porque me decía que donde trabajaba la señora pues no hacía nada, que era ama de casa, según ella, según ella, pero al final del día le empecé a cachar mentiritas, de repente yo tenía perdido varios tenis y cuando le preguntaba casualmente me los sacaba de una bolsa negra de basura del cuarto de limpieza y yo, o sea ya había varios detallitos que no me encantaban y de repente el fin pasado no estábamos nosotros, pues se fue y se llevó tenis mío, se llevó toallas, un chorro de cosas y yo en medio de un reto y en medio de un lanzamiento, un reto que acabo de hacer que se llama descubre tu poder imparable y hoy 16 de febrero culminábamos con nuestra masterclass, entonces mi cabeza estaba de que 100% enfocada en lo de este lanzamiento y me pasa eso encima de que ok, se va la ayuda y dices bueno lo resuelves, pero el saber que tú le abriste las puertas de tu casa, que tú te aportaste gente y que te robó, o sea el saber que anduvo husmeando ahí en mi vestidor y que yo, o sea la verdad es que nunca le confíe mucho a Valentina porque más que estando yo aquí en casa, cuídame en lo que yo grabo, cuídame en lo que no sé qué, pero o simplemente nada más echar el ojito en lo que está desayunando, pero había algo que ni mi esposo ni a mí nos como que nos terminaba de convencer y pues sí, me di cuenta nuevamente que hay que confiar en tu intuición, cuando tu estómago te dice que sí, dale y cuando tu estómago te dice no es por ahí, no.