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Descripción de Enzo Amarillo: El veneno del manto 6h2w
En este capítulo Enzo Amarillo nos lee gran parte de su último libro “El veneno del manto” sobre el cual lo entrevistamos. En este libro vemos el recorrido alucinado de una mujer por la intensidad de la noche, entre el erotismo, la “vida loca” y la vulnerabilidad. El libro fue editado por el desenfreno ediciones 2025 y sobre él dijo Maite Esquerré: “Versos cortados (….) Versos de pasado de falopa. Versos dentelladas, mordidas a la nada. Versos que no respiran. No hay aire, bronquios colapsados. El aliento lleno de broza que impide hablar de corrido”. Un poema: Se calza el brillo para enceguecer. Medusa. Son perlas sus ojos. Relámpagos. Perdió tarde su virginidad. Coleccionaba joyas para coronarse. Mujer. Aunque su padre no lo dijera. Ni su entrepierna. Ahora retuerce la noche. Se apodera de su néctar. Expande su lujuria por el antro. Invitan: Lidia Rocha y Gerardo Curiá https://www.facebook.com/groups/1411784326654 https://www.facebook.com/moebiusenlaradio El programa incluye una columna musical y la lectura de un poema de Pablo Secchi por María Maranessi 5u265p
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Www.masqueunaradio.com.ar Vuelve a girar la cinta de Moebius, esa cinta del movimiento constante, algo así como el afán del hombre por construir su cultura, su identidad.
Comenzamos a girar en esta cinta de Moebius de todos los jueves en Buenos Aires.
¿Cómo estás, Lidia? ¿Cómo te va? Y acá estamos, es el último día del verano.
El último día del verano.
Estamos llegando al equinoccio, en realidad creo que ya estamos en el equinoccio.
Bueno, no importa, pero para el almanaque mañana empieza oficialmente el otoño.
O sea, bueno, no empieza mal el otoño generalmente, pero ya no es lo mismo eso.
Una despedida de la estación más linda del año.
Bueno, hay quienes dicen que el otoño no es una estación muy bella.
Sí, pero ya hace frío.
No es como en Alemania, pero hace frío.
En Alemania festejaban los 10 grados ahora.
Para nosotros 10 grados son una tortura.
Pero bueno, no se puede retener al verano.
Muy bien.
Bueno, hoy tenemos un amigo como poeta invitado, Enzo Amarillo.
Amarillo.
Amarillo.
¿Por qué no sé por qué digo amarillo? Amarillo.
No sé.
Habría que pensar de Celapsus, porque es...
Bueno, contanos un poquito.
Nació en Concepción del Uruguay, Entre Ríos.
Vive actualmente en Buenos Aires.
Publicó Una fiesta sepultada, Los descampados y El veneno del manto.
Es editor del sello El desenfreno ediciones.
Este libro dice Maite Esquerré.
Versos cortados, versos de pasado de falopa.
Versos dentelladas, mordidas a la nada.
Versos que no respiran.
No hay aire, bronquios colapsados.
El aliento lleno de brosa que impide hablar de corrido.
Y María Malusardi en la contratapa.
Solo la soledad de un cuerpo sórdido, desmembrado y deseoso de ser deseado, amado.
Acunado sin fin.
Una trama que, de tan espesa, ahoga.
No porque haya maraña, sino porque duele tiernamente tan grosero abandono.
Tan humillante condición sumida en la belleza del más armonioso devenir poético.
Bueno, bienvenido nuevamente Enzo Amarillo a Moebius en la radio.
Bueno Enzo, bienvenido.
Como hacemos siempre, nosotros al poeta invitado le pedimos que lea primero y después charlamos.
Así que te pedimos que comiences con la lectura como un buen programa de poesía.
Bueno, gracias chicos por la invitación de nuevo.
Acá esperando también que se vaya el calor.
No soy muy amante del verano, así que...
El timi invierno.
Mañana celebramos.
Les voy a ir leyendo en orden el libro, ya que hay algo un poco continuo que tiene.
Un día el manto cayó y todo se alumbró en su propia sombra.
El mundo fue otro.
No hubo con qué cubrirse.
No hubo decorado.
No hubo curva en la que despistarse, perderse.
Es el riesgo de la aventura.
Escuchar como los huesos anuncian su cansancio.
Dejan al sol nuestra verdad cuando termina la andanza.
Uno.
Ella abre la boca y traga el veneno.
Luce distraída, indiferente.
Espera que todo convulsione para distorsionar su tristeza.
Transpirarla en esta fiesta.
Luce distraída pero seductora.
Deja que el hilo toque apenas la aguja.
Un límite fino para tanta sed.
Solo se dejará enhebrar con la noche.
Ahí donde pueda.
Acostarse sobre el peligro y fingir.
Barrar las consecuencias hasta que alguna alarma suene.
Dos.
Suena lo preferido.
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