En solitario 4: Las experiencias cercanas a la muerte. 455at

Bienvenidos a la mente y sus cicatrices. Soy Pablo de Lorenzo, psicólogo experto en trauma y acoso, y hoy en otro episodio en solitario vamos a hablar de un tema súper interesante. ¿Qué son las experiencias cercanas a la muerte y de qué tipos hay? ¿Es todo una pantomima o realmente es un fenómeno explicable científicamente? Lo que vamos a hacer es una mirada psicológica y neurocientífica a un fenómeno humano extraordinario. Por un lado, las experiencias cercanas a la muerte, que muchas veces diré ECM, también son conocidas como Near-Death Experience, NDS, en la literatura anglosajona. Van a ser fenómenos psicológicos de carácter muy intenso que algunas personas reportan tras haber estado al borde de la muerte o haber sido clínicamente declaradas muertas durante un breve periodo de tiempo, normalmente tras un paro cardíaco, una sobredosis, un accidente grave o una intervención quirúrgica de emergencia.

Estos relatos suelen implicar percepciones vívidas, emociones muy intensas y una sensación de trascendencia que ha capturado la atención tanto de la ciencia como de los discursos espirituales. Y desde la psicología clínica y la neurociencia, lo primero que debe aclararse es que el hecho de que una experiencia sea vívida, transformadora o emocionalmente intensa no significa que sea una evidencia de otra vida o de la supervivencia de la conciencia más allá del cuerpo. Las experiencias cercanas a la muerte son reales en tanto en cuanto son experiencias subjetivas, pero eso no implica que lo que se percibe tenga una correlación objetiva con otro plano existencial u otra realidad. Creo que era importante dejar esto en claro, que el análisis que voy a hacer en este podcast va a ser desde una perspectiva fenomenológica y científica.

Continuando con el tema, como características principales de las experiencias cercanas a la muerte vamos a ver que hay una variación importante en contenido y matices, aunque hay una notable consistencia intercultural e interindividual en los elementos que componen una experiencia cercana a la muerte. Es decir, que no hay grandes diferencias ni entre grupos humanos ni entre personas en sí y hay como ciertos patrones que se repiten. Y estas van a ser algunas de las características más frecuentemente reportadas. La primera de ellas va a ser la sensación de salir del cuerpo, lo que llaman también experiencia extracorpórea. Muchas personas describen una vivencia en la que flotan por encima de su propio cuerpo y pueden observarlo desde fuera, a menudo desde una posición elevada, como si estuviesen en el techo de la sala de reanimación o del quirófano. Y en ocasiones van a reportar detalles exactos de lo que estaba ocurriendo en el entorno, aunque la mayoría de esos recuerdos son reconstrucciones imprecisas o contaminadas por el conocimiento posterior.

El segundo punto va a ser una sensación de paz, ausencia de dolor y bienestar extremo. Incluso en contextos de gran sufrimiento físico, como en un accidente grave, una parada cardiorespiratoria, muchas personas refieren una súbita desaparición del dolor, una sensación de paz o incluso de felicidad indescriptible. En algunos casos se describe como una unión con el todo o una sensación de amor incondicional. El tercer punto va a ser el túnel y la luz y una de las imágenes más icónicas asociadas a las experiencias cercanas a la muerte es la del túnel con la luz al fondo. Los pacientes describen moverse a gran velocidad a través de un espacio oscuro hacia una fuente de luz intensa pero no cegadora. A menudo interpretan esta luz como algo divino, aunque quienes no son creyentes pueden describirlo en términos más abstractos como una presencia o un campo de conciencia. El cuarto punto va a ser el encuentro con seres o familiares fallecidos. Otra característica de los túneles es que