
Dracula Los poderes de la Oscuridad Parte 3 5h3l2w
Descripción de Dracula Los poderes de la Oscuridad Parte 3 6o1q4f
Dracula Los poderes de la Oscuridad Parte 3, la versión perdida de Drácula, que Bram Stoker reescribió con el primer traductor de la obra y a la vez editor en Islandia. Si todo va bien lo subo completo. Suscribanse y denle like, Gracias! Los personajes de Jonathan Harker en esta version pasa a llamarse Thomas Harker, lo mismo con Mina, aqui pasa a llamarse Wilma 6v68r
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Halcona número 14. 11 de abril de 1900.
No puedo describir el impacto que su historia tuvo en mí, pues parecía carecer de sentimiento alguno. El conde bajó la voz, como si hubiera percibido mi reacción a lo que estaba diciendo. Nadie sabe lo que ella había estado haciendo, pero la ventana volvió a quedar cerrada y todo quedó de nuevo en silencio.
El conde aguardó unos días antes de ir a encontrarse con ella, después de que su amante hubiera saltado camino del cielo o del infierno.
Nadie sabe qué ocurrió entre ellos, pero se cuenta que el conde volvió cada noche a la misma hora para verse con ella. Probablemente esa fuera una época feliz para él y quizá no tanto para ella, quién sabe. Nadie vio ni oyó nada más y unos meses más tarde el conde contrató a unas mujeres del pueblo para que realizasen los servicios funerarios. Ella yacía muerta en su cama y nadie llegó a saber nada más que eso. Llevaba puesto un vestido similar al que se ve aquí en el retrato y por orden del dueño del castillo fue colocada así en el ataúd.
Descansa aquí, en la capilla, junto a los de su familia. Pero como puede usted ver, amigo mío, sigue siendo tan hermosa como siempre.
¡Qué horrible historia! exclamé, tan afligido por el relato que no pude evitar estremecerme. Si hubiera sido una mujer, habría creído que me estaba poniendo histérica. Nunca antes me había sentido así.
No habría reaccionado peor aún en el caso de que hubiera podido vislumbrar las entrañas de la tierra con sus demonios y su azufre ardiente, tal y como se creía en la edad media. Sí, dijo mi anfitrión, fue un enorme error por parte del conde. La gente de esta región, los checos, tártaros, balaquios y toda la chusma que ha habitado este país que los Siculi hemos nacido para gobernar, siempre ha sentido miedo y resentimiento hacia nosotros, en especial hacia los que formamos la familia Drácula. Ahora han encontrado nuevos cotilleos para su charlatanería. Y aunque ignoremos a la serpiente que se arrastra por el suelo, esa serpiente no dejará de morder. Yo he aprendido esa lección por las malas.
Por eso ahora vivo como un recluso, con búhos y cuervos que montan sus nidos en las torres del castillo de mis antepasados. Quizás hayan tratado también de calumniarme al hablar con usted, amigo mío.
Dígame la verdad, ¿qué le dijeron sobre Drácula antes de que llegase aquí? Nada que merezca la pena mencionarse, repuse con franqueza.
Pero, pero si lo insinuaron, dijo él. Oh, esos esclavos, esos vagabundos, temen a Drácula y tienen buenas razones para ello. Sufrirán la venganza y el poder de la maldición mucho después de que Drácula haya cambiado de residencia.
Venga conmigo, amigo mío. Se calmó y cambió el tono de su voz. En otra ocasión volveremos a apreciar ese cuadro a la luz del día. Alzó el candelabro para iluminar el retrato una última vez y a continuación me mostró otros cuadros y me habló de cada uno de ellos. Se trataba de una extraña colección que abarcaba varios siglos.
Muchos de los retratos parecían realizados por pintores principiantes y su estilo era bastante pobre, pero otros eran auténticas obras de arte. Lo que más me intrigó fue la perpetuación ininterrumpida y el perfeccionamiento gradual de los dos o tres aspectos físicos que surgían sistemáticamente, generación tras generación.
Daba la impresión de que el clan había alcanzado su máximo esplendor con el conde y con la bellísima dama del magnífico retrato que me había descrito antes. Los mismos rasgos faciales que poseía el conde podían apreciarse en cuadros de diferentes épocas, tres o cuatro de los cuales mostraban a hombres tan parecidos al conde que no pude evitar sobrecogerme. Es exactamente como usted dice, afirmó el conde.
Soy un auténtico drácula. Los rasgos recurrentes, cabeza grande con cabello negro, cuello corto, pecho inusualmente amplio, frente baja y tez morena y arrugada, incluso en los hombres jóvenes, resultaban muy diferentes a los de la gente moderna y civilizada. Ni siquiera las imágenes de hombres salvajes que he visto me han parecido menos atractivas que aquellas.
Halagué a la familia del conde por su belleza, que siempre había ido en aumento. Aunque el cumplido le agradó claramente, cambió enseguida de tema, si, amigo mío, dijo, es una prueba más de lo que siempre digo, que los fuertes prevalecen y conquistan el mundo. Los débiles sólo son creados para satisfacer las necesidades de otros más fuertes.
La persona que sepa cómo emplear su fuerza obtendrá la supremacía y tendrá todo bajo su control, belleza, prudencia y conocimiento, de la misma forma que la semilla, al crecer en el cementerio, se transformará gradualmente en un árbol alto con la fuerza vital de mil generaciones, todas las cuales han continuado.
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