Dos lectores en una librería de 1925 42321

Hello, criaturos de Laberno, y buenos y dormidos viernes, porque yo la verdad, bueno hoy es aquí jueves 12.47, una hora menos en Canarias, y la verdad es que en Barcelona está haciendo un tiempo de locos, además yo volví de Palermo, y estoy un poco destarotado todavía, pero bueno, vamos a mantener la dignidad, aquí en 15 al día ya sabéis que para preguntas, críticas, insultos con argumentaciones, podéis usar el email de oyentes15aldía.yahoo.com y mientras tanto pues lo de siempre, suscripciones, corazoncitos, aportaciones, lo que os apetezca, y bien hoy me ha dado por una cosa curiosa, además es que a mí me encanta esto, pero me pongo a pensar y digo, hey, estamos en 2025, es obvio, pero, ¿qué libros salieron en ese año de 1925 que es bastante fundamental? Porque Alemania, por ejemplo, a partir del plan Doves, se está recuperando, en Italia a partir del 3 de enero ya existe la dictadura en el cine, creo que es el año, entre otros, del acorazado Potemkin, el chico de Chaplin, pero es que en literatura es una pasada, porque en muchas ocasiones también se habla de un año milagroso que sería 1922, porque, por ejemplo, y está en relación con lo que os contaré hoy, aparecen Ulises de James Joyce, la tierra baldía, y anteriormente, es decir, poco tiempo atrás, han publicado libros increíbles, pues qué sé yo, Wittgenstein, obviamente 1922 es el año de la muerte de Marcel Proust, que recorre todo este periodo, que al final, curiosamente, nos quedamos con Joyce y Proust, pero yo qué sé, tenéis que pensar en cómo se está forjando Berlín-Alexanderplatz, en Italia, bueno, sí, en Italia tenemos la conscience a diseño, pero estamos además ante un fenómeno bastante glorioso, que es que Estados Unidos está entrando en esta ecuación, no sólo por los viajes de Hemingway y Scott Fitzgerald a París, sino porque, a ver, el país ha ganado la Primera Guerra Mundial sin su contribución, nada de eso hubiera pasado, es un poco esa gran frase, a ver, Gerard Piqué, profeta de los profetas, contigo empezó todo, tal cual, ahora me estaba acordando que, recorriendo, digamos, la verja de los jardines de Luxemburgo, llegué a una esquina, es que no me acuerdo el nombre de la calle, pero había un balcón, y en ese balcón había una estatua, una especie de Venus, no del Nilo, sino de Milo, como arruinadísima, y creo que era una de las casas donde vivió Scott Fitzgerald, que está también entre estos grandes de 1925 con el Gran Gatsby, del cual tenéis un especial aquí en 15 al día. Vosotros, yo, ellos, quien quiera, hoy es un lector que entra en una librería, yo imagino más bien anglosajona o la Shakespeare & Co. de París, y alucina con las novedades y el legado reciente. Dicho esto, pues vamos a introducirnos, ¿no?, abrimos la puerta con tranquilidad y empezamos.

Stop, y estaba pensando algo, por cierto, oh, Dios mío, es que no lo había dicho, tenemos el lunes en Neue Giu, Club de Lectura Europea, la broma de Milan Kundera, yo al final le digo Milan porque entre Milán, Milano, Milán, me vuelvo loco. Terminaremos este curso, bueno, en su edición de 2024-2025 con Teorema de Pasolini, y luego estaba pensando que, claro, en 1925 Alberto Moravia está en un sanatorio porque tiene una tuberculosis ósea, etcétera, etcétera, y el sanatorio