LOS CUENTOS DE SIL -3ª Parte - Con olor a madera sagrada 3g5q52

No hola me llamo brianna y hoy me encantaría contarte cómo fue mi tercer encuentro con la vida quizás fue un sueño o quizás no como siempre lo dejo a tu imaginación aquella mañana fresca de otoño sentada en la hierba de aquel parque no dejaba de pensar en aquel árbol milenario que me enseñó tanto quien uriel aquel el águila mágica que me mostró cómo perderle el miedo al miedo la vida quería volver a verla quería volver a sentirla ese pequeño pulmón en medio de una ciudad que no daba tregua para la tranquilidad había evocado irremediablemente sus palabras respira me descalce y cerré los ojos si la llamada me escucharía súbitamente una humedad calmante hizo que mirar a mi alrededor y un olor penetrante á sándalo me envolvió había vuelto a viajar inspire profundamente y sin necesidad de esperar allí estaba ante mí apareció un elefante de descomunal tamaño con un inusual pelaje blanco que resplandecía en medio de aquella selva sagrada su sola presencia me hizo inclinar la cabeza en señal de respeto y iración hola adriana deseabas verme y aquí me tienes no sabía de qué manera te presentarías esta vez dije tímidamente impresionada por la solemnidad que transmitía esta es una de mis reencarnaciones preferidas la selva me colma de felicidad sus sonidos y aromas embriagan mi percepción del mundo pero dime una cosa sabes por qué has venido a verme la verdad es que no sólo sé que tuve la necesidad imperiosa de buscarte y escuchar tu voz está bien acércate me aproximé tanto que pude ver las mil arrugas que rodeaban esos ojos antiguos y sabios la vida arrodillándose con cortesía postró las dos patas delanteras para que subiera sobre ella con agilidad trepé á su espalda su piel estaba curtida y era cálida poco a poco comenzó a caminar en silencio su andar pausado y rítmico diácono y sentí que había vuelto a casa la tierra temblaba con cada uno de sus pasos reconociendo la soberanía de su majestuosa presencia has venido a verme porque necesitas fortaleza la fortaleza se escapa de las manos con tanta facilidad como el agua entre los dedos y cuando esto ocurre no podemos hallarla sin un poco de ayuda es por eso que me siento frágil sí pero quiero que sepas que la fragilidad y la delicadeza pueden ir de la mano de la fuerza y la solidez y como puedo encontrarlas desnudez buscarla en la sencillez de la humildad la humildad la humildad es tan sincera tan hermosa que se convierte en el tesoro de las armas excepcionales estas armas son capaces de dominar su ego se saben parte de un todo y se reconocen como un eslabón de una cadena perfectamente engrasada entiendo que una cadena es algo muy fuerte pero no limita la