Crónicas de Tradición EP02: La Calle de Don Juan Manuel 5s5c6g

Radio i p n respeta la libertad de expresión de todos los invitados y colaboradores sus opiniones son personales y no representan el punto de vista de esta emisora conexión cultural los lugares se transforman las tradiciones prevalecen imaginación cultura e historia convergen en el mismo lugar crónicas de tradición descubre y aprende disfruta crónicas del tradición una calle del centro histórico de la ciudad de méxico que a lo largo de la historia han mantenido una gran importancia comercial es la calle de república de uruguay una calle con un bullicio y actividad muy particular pero que además cuenta con un gran valor histórico y gran variedad de estilos arquitectónicos y es justo en esta calle de república de uruguay número noventa que encontramos la que fuera la casa de don juan manuel una bella casa que data del siglo dieciocho de la cual lo primero que nos atrapa es su puerta que luce un arco tallado en piedra es una casa de tres pisos en su parte alta cuenta con unos bota aguas en forma de cañón y un bello torreón revestido de azulejos detalle que indudablemente la vuelven aún más especial así que esta es la que fueran la casa de don juan manuel cuenta la leyenda que don juan manuel era un hombre muy rico y estaba casado con una mujer por demás bella talentosa y llena de virtudes pero se cuenta que a pesar de todas estas cualidades con las que contaba la esposa de don juan manuel este no era feliz y esto se debía a que no habían podido tener hijos consumido por la tristeza y el fastidio don juan manuel estaba por demás exasperado tanto que en su desesperación intentó entrar de fraile en el convento de san francisco con este objetivo mandó traer a su sobrino más querido do que vivía en españa para que se hiciera cargo de sus negocios mientras que él se convertía en fraile sin descuidar su riqueza el sobrino accedió llegó a méxico y se instaló presto a cumplir las instrucciones de su tío pero al paso de un poco de tiempo don juan manuel comenzó o a sentir unos celos irracionales terribles que lo carcomía por dentro a tal grado que una noche invocó al diablo y le prometió su alma a cambio de descubrir al que le deshonrada el diablo aceptó y le ordenó sal ir de su casa justo a las once en punto de esa misma noche y matar al primero que encontrará don juan manuel obedeció al día siguiente creyó que había terminado con su venganza y se sentía satisfecho de pronto el diablo se presentó ante él y le dijo que el hombre que había asesinado era inocente le ordenó seguir saliendo a las once de la noche y seguir matando a cualquiera que encontrara hasta que él se le apareciera nuevamente pero ahora junto al cadáver del culpable con tal de consumar su venga danza don juan manuel obedeció cada noche salía de su casa bajaba las escaleras atravesaba el patio abría el zaguán se recargaba en el muro y envuelto en su ancha capa esperaba a su víctima en medio de la obscuridad y el silencio de la noche se alcanzaban a oír unos pasos cada vez más cerca después aparecía algún transeúnte don juan manuel se le acercaba y le preguntaba perdone señor qué hora son las once dichoso usted que sabe la hora de su muerte un pequeño resplandor del puñal apenas se distinguían las penumbras se escuchaba un grito sofocado el golpe del cuerpo al caer al piso y el asesino mudo impasible abría de nuevo el zaguán atravesaba el patio de la casa su vía por las escaleras y como si nada hubiera pasado descansaba en su habitación como era