CORRIENDO POR CASA - 3 TEMP - PROGRAMA 18 - TENEMOS NUEVA CORREDORA 6h2a3e

5, 4, 3, 2, 1, 0.

¿Qué pasa, chavales? ¿Qué tal, cómo vais? Buenas tardes.

Hoy se presenta un programa muy bonito, yo creo.

Muy bonito.

Muy bonito, muy especial.

Buenas tardes.

Está lloviendo y no para.

No para de llover, tío.

Tenía que llover, como decíamos hace un rato, nada más que de noche, pero jarrear como el día que enterraron a Zafra.

¿Que enterraron a quién? A Zafra, a que tú eso sí lo has oído.

Yo tampoco lo he oído eso.

No lo has oído nunca.

Ese anécdota no.

Es que no soy de una tierra de bien.

De Extremadura.

Zafra de Extremadura.

Yo conozco a Fran Zapa, que es un músico.

Bueno, bueno, bueno, ¿qué pasa, chavales? Que estamos aquí en el Poscas, hombre, ¿qué pasa? Ya hemos llegado, hombre.

Vamos, vamos, vamos, estamos dentro.

Cuatro juntitos, tenemos aquí mucha materia, mucha mandanga que dar, eh, hoy.

Hoy tenemos materia.

Al mal tiempo, buena cara.

Buena cara, sí, señor.

El programa anterior nos presenté, joder, soy un sinvergüenza.

El señor Paco, el señor Francisco Blanco, joder, el señor Elio García, que lleva años ya corriendo.

Y el señor Manuel García también.

Los García.

Los García y el señor Illera, que también, pues, para desnivelar esto un poco, ¿sabéis? Tú no eres el del vino, eh.

Estoy viendo aquí Ramón Bilbao.

No, no, Bilbao no.

A mí me gusta más Ramón Bilbao que Ramón Rufián.

Bueno, pues ya sabéis que esto es Corriendo por casa y es el Poscas.

El Poscas, el Poscas de toda la vida.

Ay, me cansa a mí esto de estas presentaciones tan fuertes, eh.

Intensa la presentación.

Bueno, ¿qué pasa? ¿Qué os contáis? Pues nada, nada, que ya he empezado a correr, chicos.

Pero ¿qué me estás contando, Paco? Esto sí es una buena noticia.

Tenía un miedo que no veas.

Y allá había una cuesta larga, había, eh.

Sí, pero bueno, he empezado poquito a poco.

Tranquilito, ¿no? Poquito a poco, a mi ritmo, a mi ritmo.

Que la última vez no pude ir ni con Aurelio.

¿Te acuerdas, Aurelio? ¿Qué pasa, tío? Joder, macho.

Ni con Aurelio.

Ni con Aurelio.

En el buen sentido, tío.

Sí, sí.

Tú sabes que me pegué a ti y te despegaste.

Sí.

Yo no me despegué, me te dejé atrás.

Me dejaste atrás.

De todas maneras, ayer lluvia, barro, viento.

Sí, pero al final tenía que ponerle una fecha porque, bueno, pues ya no me estaba molestando.

Estaba ahí masajeándome bien.

El gemelo.

Masajeándome bien.

Sí, sí.

He visto una foto de María Climent en las zapatillas.

Acabadas.

Sí, sí.

Las tengo que tirar.

No, no, pues eso.

Al final ayer salí y, por lo menos, pues mira, hice como ocho kilómetros y medio Sí, por ahí.

Corriendo, trotando.

Me fui descolgando de los grupos.

Bueno, no pasa nada.

Pero sin molestias.

Eso sí.

Eso le importa.

Eso sí.

Tengo unas agujetas.

Qué puñetero es este deporte, macho.

Mira, es que, perdonad, pero es que además es un programa dedicado para Paco.

Es un programa para Paco.

Has empezado a correr y ahora te voy a poner una cosita aquí que espero que lo digas delante de todos, eh.

Una jorrada.

Pues tengo que dar una noticia, que mi mujer, María Ángeles Sánchez, va a ser abuela.

¡Amén! ¿Tú no? ¡Felicidades! ¿Sabes lo malo de ser abuelo? Cuéntame.

Que te acuestas con una abuela.

Eso es cierto.

Bueno, muchas felicidades.

Hay que felicitar a mi hija.

Marina y Sergio, muchas felicidades.

Marina, enhorabuena.

Os deseamos lo mejor y mucha suerte, de verdad, que hay mucha suerte.

Un besazo.

Y hacer el favor, cuando lo tengáis, de decir, tomar, abuelos, que nos vamos de cena.

Yo creo que Aurelio ya le va a escribir, ya directamente le va a escribir en YouTube, le va a poner ahí como nuevo miembro.

Dentro de nada entro en tu club.

Es lo que suelen hacer.

Dentro de nada entro en tu club.

Cuando los niños los tienen ya, dicen venimos con los abuelos, que nos vamos a cenar.

Que sí, que lo hacen.

Un día.

Bueno, un día vale.

Ahora sí que podemos permitirnos el lujo de hablar como abuelas, eh.

Hay que ver qué más tiempo ha hecho hoy, eh.

Madre mía, lo caro que está todo.

Me están doliendo los huesos.

Vamos al grano.

Bueno, muchas felicidades, Marina y Sergio.

Un beso muy grande.

Familia, enhorabuena.

Gracias.

Una princesa, por cierto.