
Contando infelices: escritores con vidas de novela (CARNE CRUDA #1471) 2z1k6p
Descripción de Contando infelices: escritores con vidas de novela (CARNE CRUDA #1471) 2l38h
La literatura y las historias de escritores y escritoras toman los micrófonos de Carne Cruda en un programa muy especial en el que juntamos dos podcast especialistas en contarnos la vida de grandes autores de la literatura universal: Grandes Infelices y Contando Mujeres. Javier Peña es director del podcast “Grandes Infelices”, un homenaje a las complejas vidas de los autores que marcaron nuestra literatura, y nos trae también su novela “Tinta Invisible” en la que recupera sus últimos encuentros con su padre antes de su muerte y las historias que los unieron. Contando Mujeres es un podcast dirigido por Julia Montejo y que producimos en La República Independiente de la Radio, con el que nos sumergimos en las vidas detrás de grandes escritoras del siglo XIX y XX. Más información aquí: https://bit.ly/InfelicesCC1471 Haz posible Carne Cruda: http://bit.ly/ProduceCC 3a1o5b
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
En su famoso intercambio epistolar, Gorky le confesó a Chekhov que escribía como una huida hacia delante, aunque un día se daría de bruces y acabaría con la nariz rota.
Pero no, le contestó Chekhov, uno no acaba con la nariz rota por escribir, uno escribe porque tiene la nariz rota y no tiene otro lugar a dónde ir.
Los escritores se dedican a la profesión más hermosa del mundo, crear las historias que nos explican como seres humanos.
Infelizmente, esa gracia suele ir acompañada de algún mal, como la ceguera de Homero.
¿Pero por qué aceptan los escritores ese mal? La respuesta nos la dio Chekhov, la aceptan porque tienen la nariz rota y no tienen lugar a dónde ir.
Tinta Invisible, Javier Peña.
Hay un escritor que no puede dejar de meter su nariz rota en las vidas de otros escritores, porque sus historias son la forma que tiene de entender el mundo, y era la forma que tenía de comunicarse con su padre.
Ese escritor lleva años contándonos esas vidas de novela, de novelistas y poetas, en uno de mis podcasts favoritos, el podcast de Blacky Bux, Grandes Infelices, una historia que, como todas las buenas historias, fue creciendo los oyentes hasta hacerse imprescindible.
Ahora, ese autor ha contado en papel el capítulo que le faltaba, el capítulo de su vida, que es el capítulo de la muerte de su padre con quien compartía el amor por las historias de escritores.
Historias como la de Juan Rulfo, que era un tantito mentiroso y un borracho, y tenía prohibido meter alcohol en casa, así que el vecino de arriba colgaba botellas de tequila con un cordel hasta la ventana de su baño.
O como la de Raymond Carver, que no inventó ese estilo escueto y misterioso que le hizo famoso, fue su editor cortando a tajos sus cuentos para dejarlos en alto.
Historias como la de Isaac Asimov, que dijo que si supiera que se iba a morir pronto, seguiría escribiendo, pero tecleando más deprisa.
O como la de Juan Carlos Onetti, que no hablaba, escribía.
O la de Úrsula Kalewin, que no eligió ser escritora, nació escritora.
Historias como la de Margaret Atwood, que no podía entrar a la biblioteca por ser Margaret Atwood, es decir, por ser mujer.
O la de Charles Bukowski, que se refugiaba en ese lugar, O la de Charles Bukowski, que se refugiaba en esas mismas bibliotecas donde descubrió a John Fante y lo hizo famoso en todo el mundo.
Historias de amor y odio entre escritores, envidia y celos, sacrificio y ego.
Historias de autores tan locos que fueron los más cuerdos, escritores con vidas de novela, recogidas por Javier Peña en Tinta Invisible.
Un homenaje a esos escritores, sus historias y al padre que se las contaba.
Que probablemente ahora estará al lado de Leonard Cohen escuchándole cantar Oye, esa no es manera de decir adiós.
Ellos sonríen como tú y yo, pero ahora han llegado a distancias y ambos tenemos que llorar.
Tus ojos son suaves con dolor.
No hay manera de decir adiós.
No hay manera de decir adiós, pero si hubiera una buena, hacer un libro me parece la mejor.
Y el libro que ha hecho Javier me parece la mejor manera de decir adiós a un padre.
Aquí un amigo, un siervo, un irador. ¿Cómo estás? Muy bien, con muchas ganas de estar aquí.
Lo mismo te digo, con muchas ganas de que estuvieras.
Te doy las gracias porque hayas venido desde Galicia para estar hoy en la República Independiente de la Radio rodeada de un montón de amigos y iradores a los que pido un aplauso para Javier Peña, por favor.
Gracias por toda la felicidad que me has dado con Grandes Infelices y por La Nom Menor, que me estás dando con Tinta Invisible, publicado, por supuesto, con Black Ebooks.
¿Por qué te interesan y cuándo empezó este interés tuyo por las historias de escritores? Pues yo creo que tiene que ver con mi padre, porque es curioso porque mi padre me contaba un montón de historias, muchas de las que aparecen en el libro y muchas de las más importantes de mi vida, y eso creo que hay muchos padres y madres que lo hacen.
Pero mi padre tenía una cosa especial que era que se detenía mucho en la vida de los que lo escribían.
A veces te cuentan solo la historia, pero mi padre también se interesaba por quien lo había escrito y contaba esos cotilleos un poco de los escritores, y yo creo que a raíz de ahí me empezó a interesar saber quién estaba detrás de esas historias.
Comentarios de Contando infelices: escritores con vidas de novela (CARNE CRUDA #1471) 213n5i