Conserva #33 con Xabier Mitxelena (CYBASQUE) - Cultura de Ciberseguridad. 6i2l12

Hola, hola, hola, queridos amigos. Comienza aquí un nuevo episodio, un nuevo programa de Conservas Guillén. Arranca una nueva edición de este maravilloso formato de radio enlatada.

Un espacio donde hablamos de tecnología y ciberseguridad y, por supuesto, de innovación, pero siempre, siempre en un lenguaje entendible y coloquial, donde la actualidad manda y los protagonistas son nuestros invitados, nuestros enlatados. 30 minutos aproximadamente de conversaciones gourmet del gusto de los paladares más exquisitos. Estamos en el País Vasco, estamos en Vizcaya.

Nos hemos venido a Euskadi a un maravilloso café teatro. Bueno, para que lo ubiquéis está entre el Parque Tecnológico de Zamudio y cerca del aeropuerto de Soldika. Hoy abrimos una nueva lata para hablar, aprender y disfrutar con mi querido amigo Xavier Michelena, entre sus muchas gorras y sus muchos roles, presidente del Zaibas. Vamos a hablar, como no podía ser de otra manera, de la cultura de ciberseguridad, cultura con mayúsculas. Soy Raúl Guillén y sin más dilación, comenzamos.

Estás escuchando Conservas Guillén.

Estamos hoy y además entre amigos, porque estamos entre amigos con mi querido Xavier Michelena. En primer lugar, Xavier, muchas gracias por prestarte a grabar esta conserva.

Muchas gracias a ti, muchas gracias a ti. Sabes que soy un amante de las anchoas y cuando me dices que vamos a grabar con Conservas Guillén, más allá de que tengas otros productos, este es un día de anchoas, así que podemos hablar directamente sobre ello.

Y además estamos en una terracita, un día lluvioso, maravilloso, de los que salen aquí en Euskadi, en Bilbao. Si oís ruido, es que estamos justo al lado del aeropuerto de Bilbao, en una terracita, en un sitio... ¿Dónde estamos? Baserri Anxerquia. Es un lugar en donde se puede comer, en donde se puede actuar, donde existe teatro, existen actuaciones musicales. Hay una forma de entretener directamente, en un escenario en donde la restauración y lo que tiene que ser la afición en diferentes entornos del arte se mezclan. Así que es un lugar ideal para que podamos hablar y si pasan aviones, como estamos al lado del aeropuerto, intentaremos solventar el ruido.

Oímos ruido de fondo, es que es un sitio con mucho movimiento, con mucha vida. De verdad, además, yo recomiendo a los oyentes que busquen el sitio porque es espectacular, un sitio idílico, verde, bonito, con mucha vida, esencia. Se percibe esa cultura.

Exacto.

¿Sabes que cuando yo arranco los programas me gusta que el enlatado del día se presente solo? ¿Quién es Xavier Michelena? Acorta, porque si te puedes contar toda tu trayectoria, nos comemos la media hora.

Muy breve, muy breve. Pues soy un don Ostiarra que nació hace muchos años. Estoy pues en la versión 6.0, que es una versión ideal en la que yo he aprendido mucho, sobre todo de lo que es el concepto de la vida. Amante de las personas cercanas, es decir, soy muy de mis amigos, mi familia, mi entorno. Me gusta emprender, creo que es algo que estaba en el ADN familiar y que con mi padre aprendí.

Es decir, hay que construir cosas que puedan dejar un cierto legado, hay que construir lo que es el futuro y para eso nos tenemos que remangar. Entonces, después de terminar la carrera de ingenieros, lo primero que hice es un curso de creación de empresa en una escuela de negocios. Estuve dos meses y cuando salí de ahí dije, no digas tacos, Xavier. No sé hacer nada, necesito aprender, necesito aprender. Así que me fui a aprender, empecé trabajando en el mundo de la calidad.

De ahí pasé a la tecnología, a una multinacional, Bull, en la que aprendí mucho. Realmente aprendí que la tecnología iba a ser parte del ámbito de mi vida. Yo creo que ahí empezó un poco mi pasión por todo lo que es digital. Ahora se llama digital, entonces eran sistemas de información, autopistas de la información, todas esas palabrotas que hemos ido creando dentro del sector y que ahora es un mundo absolutamente diferente.

Es un mundo que va muchísimo más rápido que hace 25 o 30 años y en el cual ese espíritu emprendedor intenta estar encima de la mesa e intentar crear cosas nuevas. Sobre todo colaborando con la gente, ayudando a la gente, que creo que es fundamental, e intentando que haya un resultado que al final impacte en positivo en nuestras empresas, en nuestros clientes, en la sociedad en general.

Yo creo que esa es mi filosofía. No tengo grandes retos. Mi reto personal siempre es construir y disfrutar construyendo. Muchas veces cuando tienes un éxito o tienes un resultado, algo absolutamente efímero, ya estoy pensando en el siguiente paso. Y cuando tengo un fracaso, que creo que he tenido unos cuantos, intento aprovecharlo.