Cómo acabar con la inflamación. El secreto oculto. 4p534r

Cuerpos Serranos, el podcast en el que tú preguntas y Boti y Butra responden, porque ya lo decían los romanos, mensana y en cuerpo serrano.

¿Cómo están esos cuerpos serranos? Soy María García, doctora en farmacia y nutricionista, o Boti. Y yo, Javier Butragueño, doctor en ciencia de la actividad física y el deporte, o Butra. Bienvenidos a este tercer episodio de una temporada que hemos titulado El secreto está en la grasa. En el primer episodio, Javi, hablamos de la grasa Ocupa, la del bandullo esa que no se iba de ahí. En el segundo, le metimos mano a la grasa rebelde, un poco más la de aquí abajo, esa que era buena, pero que tenía muchos receptores. Podéis verlo. Y también, en este tercer episodio, pues vamos a seguir con el tenita y vamos a hablar de la grasa tóxica, con otro palabra que es el que está más de moda en las redes sociales, que es inflamación.

Nosotros lo llamamos el adipocito cabreado, esa grasa tóxica. ¿Qué pasa aquí dentro? Bueno, vamos a contar la verdad y toda la verdad sobre lo que es la inflamación y para eso vamos con un consultorio, ¿no? Sí, vamos con el consultorio porque nos han llegado un montón de dudas y preguntas como, por ejemplo, estaría genial que hablara de inflamación porque todo el mundo habla, pero es todo verdad. O otra, cada especialista al que voy me dice una cosa diferente. Yo solo me fío de vosotros. Se llama inflamación porque realmente es como si se encendiera, bueno, si se enciende mejor una chispa y se convirtiera en un incendio que es muy muy difícil de apagar.

Sí, y el foco del incendio muchas veces está, Marian, en el adipocito porque el pobre vive con esa estima de que es un saco de grasa sin más, pero el adipocito realmente es como el centro de operaciones química, es decir, donde se van enviando señales, también las va recibiendo y se llaman a través de adipoquinas. Estas adipoquinas regulan un montón de procesos metabólicos desde el metabolismo hasta cómo se gestiona la glucosa o la inflamación. O sea, las adipoquinas son esos mensajeros que salen del adipocito, pero tenemos toda la vida al adipocito como eso, como un saco de grasa y a mí esto que me cuentas me suena más a un centro de operaciones de la NASA. Sí, pues podría ser.

Yo muchas veces lo he comparado con como un Amazon, es decir, realmente mucha gente se piensa que es un almacén de cosas y Amazon lo que es, es un súper distribuidor de material que le vas pidiendo y se comunica contigo por distribuyéndote cosas. Algunas de estas señales que salen del adipocito nos sirven para regular pues esos procesos que son súper importantes como, por ejemplo, la sensibilidad a la insulina. Es que me flipa el ejemplo de Amazon, Javi, porque es un centro logístico que envía señales, envía paquetes y luego encima hace servicios que no te imaginas. Es decir, la gente lo piensa con los paquetes, con los libros, pero Amazon luego pues ver pelis. Hombre, pues hace de todo, o sea, tiene también almacenamiento en la nube, es decir, que tiene muchas cosas. Realmente no somos conscientes pero es una súper mega empresa de un montón de cosas y el adipocito es lo mismo.

Lo que pasa es que el adipocito no lo tratamos del todo bien y cuando comemos más, ingerimos más de lo que podemos gastar, al final el adipocito se expande. Ahí tenemos un adipocito expandido, mira, muy bien, tenemos un adipocito que está aquí, un adipocito expandido, más o menos un adipocito cuando hay una obesidad que es moderada podemos hablar de que ocupa más o menos el doble del volumen.

Más o menos podría ser el doble de ese adipocito. Lo que pasa es que el adipocito sigue creciendo sigue creciendo, sigue creciendo, sigue creciendo... Y cuando hay una obesidad severa puede ser hasta seis veces como el adipocito inicial. Aquí tendríamos los tres. Adipocito normal, obesidad moderada y una obesidad severa. Fijaos.

Va acumulando energía, que es súper bueno, pero sin embargo cuando va acumulando toda esta energía también produce mucha tensión y puede producir también esa inflamación.

A ver, eso es mucha tensión porque al final hay un estrés alrededor. Si los adipocitos están estresados, como este que tiene aquí Javi, esas señales no se van a enviar muy bien. Y en paralelo, además de no enviar bien esas señales, van a enviar señales de auxilio porque el adipocito empieza a crecer, empieza a crecer y es como, oye, oye, oye, que estoy en súper...

Casi, por ejemplo, dame uno. Y en esa lucha, en ese estrés que tienen o en esa lucha se están presionando y entonces se genera lo que se llama lipotoxicidad, que muchas veces se acumulan cerca de otros órganos y empiezan a producir un daño. Pero no solo es por el adipocito, es decir, hay otros factores que van también a dañar.