Comentario XXVIII. Los otros héroes del 2 de Mayo. 1m3646

Comentarios de un centurión hispano. Bienvenidos a la tienda de este micastro en la cual me vais a acompañar a escribir mis comentarios sobre historia militar y donde disfrutaremos escuchando las más heroicas hazañas de personajes de nuestro imperio y los episodios más gloriosos de éste.

Tomad asiento, servíos una buena copa de lo que gustéis porque comenzamos.

Dentro de la ignorancia en general de nuestro pueblo, algo que muchas veces hemos aquí criticado, hay hechos que si bien no por todo el mundo, sí que son bastante conocidos por la mayoría. Uno de estos hechos es la famosa defensa del parque de artillería de monte león en el famoso 2 de mayo del cual mañana se cumple el aniversario.

Los capitanes artilleros Daoíz y Velarde han pasado a la historia como merecidos protagonistas de estos acontecimientos pero hay que reseñar y honrar la memoria de todos los civiles y militares que allí murieron y hoy queremos rescatar la memoria de dos personajes que a pesar de ser recordados por unos pocos merecen mayor atención de la que han tenido. Estos personajes son el teniente de infantería don Jacinto Ruiz Mendoza y el cadete Juan Manuel Vázquez Diapán de Rivera, también de la gloriosa arma de infantería.

El teniente Ruiz había nacido en Ceuta, hijo de un subteniente de infantería destinado en esta ciudad española. Con 16 años ingresa como cadete en el regimiento fijo de Ceuta. Cabe destacar que al no haber en la época academias militares, los futuros oficiales ingresaban como cadetes en unidades en las que empezaban su aprendizaje militar.

Ya con 21 años, en el año 1800, es nombrado segundo teniente y al año siguiente subteniente en el regimiento de voluntarios del estado, con guarnición en Madrid, donde alcanzará en el año 1807 el grado de teniente. Debemos recordar que en esta época y como pasa en otros ejércitos, subteniente no era un grado de la escala de suboficiales, sino que era lo que hoy equivale al Férez. Llegados al famoso 2 de mayo, Ruiz se encontraba en cama en su domicilio, debido a unas altas fiebres.

Pero esto no le va a impedir que al empezar a oír los disturbios que se iniciaban por las calles de la capital, se incorporara de su lecho y se dirigiera presto a su cuartel. Una vez allí, su coronel, ante las presiones populares y del capitán Daoiz, decide enviar a la tercera compañía del segundo batallón a reforzar el parque. Pero no los enviaba para luchar contra los ses, sino para controlar a los civiles exaltados que ahí estaban.

Una vez allí, Ruiz desoye las órdenes de su capitán y se pone las órdenes de Daoiz para combatir a los ses si llega el caso.

De hecho, es idea suya el desarmar y encancelar a una compañía sa de granaderos que se encontraba cuartelada en el parque. Y que tal como se estaban poniendo las cosas, era muy posible que se les convirtiera en una grave amenaza interior. Estas parece que fueron las palabras del teniente Ruiz hacia el capitán de los ses.

El primer batallón de voluntarios del estado está a la puerta y los demás vienen marchando. Ya que por vuestra parte han empezado las hostilidades, es forzoso entregarse inmediatamente. De lo contrario, seréis pasados a cuchillo.

Una vez estalla el 2 de mayo y se inician los combates, el teniente Ruiz es herido primero en un brazo y luego un tiro le entra por la espalda y le sale por el pecho, dándole en ese momento todos colgados.