Cartas Abiertas - Programa 16 (28/05/2025) y1pb

Ya comienza Cartas Abiertas, con Mario Rovere y Norberto Schaposnick.

Carta Abierta número 16.

Los derechos al revés o cómo perder soberanía sanitaria.

En su gira internacional por América Latina, el máximo responsable político de la salud de Estados Unidos llegó a la Argentina y generó un interesante efecto sobre las autoridades de la cartera local, que se sintieron estimulados a explicitar los proyectos de desentendimiento del Gobierno Nacional de sus obligaciones constitucionales en materia de salud, que se pone en evidencia en el desfinanciamiento del Hospital Garrahan.

Por este motivo, vamos a reproducir la declaración que el día de ayer difundiera el Foro Latinoamericano por el Derecho Universal a la Salud.

En su reunión del 26 de mayo, el foro compartió su preocupación por una serie de anuncios que alteran significativamente el orden de la salud global.

En fuerte contraste con la relevante noticia sobre el consenso mundial alcanzado sobre un tratado que luego de tres años de trabajo nos orienta sobre qué hacer frente a una nueva pandemia, y teniendo en cuenta que el foro considera este tratado coincidente con sus principios de defender y de profundizar el derecho a la salud de toda la población sin itir diferencias ni discriminación alguna, se anunció la visita a la Argentina del señor Secretario de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos de América, Robert Kennedy Jr., en coincidencia con la salida de ambos países de la Organización Mundial de la Salud, siendo en consecuencia no signatarios del Tratado de Enfrentamiento Conjunto de Futuras Pandemias firmado por 125 países.

En este contexto, el foro desea expresar que no comparte los argumentos y en consecuencia considera injustificada la decisión de abandonar un organismo que con sus fallas y con sus debilidades ha protagonizado la salud internacional por 78 años, que ha sido reconocida mundialmente, entre otras cosas, uno, por la erradicación de la viruela, dos, por haber lanzado al mundo metas de equidad, salud para todos, y la estrategia de la atención primaria que aún orienta reformas sanitarias en el mundo entero, y tres, por haber arrinconado enfermedades temibles que se han mostrado hasta la fecha muy difíciles de erradicar, como la poliomelitis, la difteria, el sarampión, las enfermedades diarréicas agudas o la meningitis tuberculosa, otrora flagelos que cobraban cientos de miles de muertes infantiles al año.

Ninguna organización se mejora abandonándola o desfinanciándola.

La decisión del gobierno argentino de abandonar la OMS no ha sido consultada con los ministros de salud provinciales ni individualmente ni en el marco del COFESA, ni presentada a ni ratificada por el Congreso de la Nación.

Un hecho muy grave, si se considera que la adhesión de nuestro país a dicho organismo ocurrió en 1948, apenas dos meses después de su creación, a través de la ley 13211, ratificada a su vez por otras diversas leyes que fueron adhiriendo a las modificaciones estatutarias ocurridas en casi 80 años de vida institucional.

En un video difundido en versión reducida por su propia secretaria y difundido en la 78ª Asamblea de la OMS, Robert Kennedy Jr. justifica la decisión de su gobierno con críticas genéricas que podrían aplicarse a cualquier organización de gran escala y con mucha antigüedad que claramente necesita ser remozada.

En donde en cambio resulta muy preciso es en su argumentación que inscribe la medida del retiro de la OMS en el marco de la guerra comercial que Estados Unidos libra con la República Popular China.

La agenda del encuentro difundida entre las máximas autoridades sanitarias de Argentina y Estados Unidos, invitando a otros países a abandonar la OMS, genera más preocupaciones que entusiasmos.

Achicamiento y eficientización de la estructura operativa de los organismos que dependen del Ministerio de Salud de la Nación bajo un plan denominado La ratificación de la postura argentina de retirarse de la Organización Mundial de la Salud.

La revisión en el uso de ciertos aditivos y otros ingredientes en la industria alimenticia.

La revisión de la continuidad del uso de autorizaciones rápidas en medicamentos de alto costo.

Un principio de endurecimiento para los procesos de revisión y control de vacunas.