Trending Misterio
iVoox
Descargar app Subir
iVoox Podcast & radio
Descargar app gratis
EL CIELO QUE NUNCA VI
Capítulo 43

Capítulo 43 33w6

20/4/2025 · 31:38
0
6
EL CIELO QUE NUNCA VI

Descripción de Capítulo 43 4f5s35

Nuevo capítulo de la serie radiofónica EL CIELO QUE NUNCA VÍ, una producción de Radio Centro 363b50

Lee el podcast de Capítulo 43

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Diva Estudios presenta una producción de Radio Centro, El Cielo que Nunca Vi, una idea original de José Maya con la actuación estelar de Lupita Lara y Néstor de Barbosa.

Las sospechas de Javier eran fundadas, pues Lucía en aquellos precisos momentos recibía la visita del Negro allá en aquella humilde casa de asistencia donde este último la había llevado.

Lucía, ¿puedo entrar? Pasa, Negro.

Voy a encender la luz si no te importa.

Este cuarto está muy oscuro. No sabía que estuviese así. ¿Por qué has venido a tu cuarto, Lucía? A doña Mercedes le gusta platicar contigo. Se lo agradezco, pero prefiero no hablar ni oír a nadie. ¿Tampoco a mí? Contigo es diferente y te agradezco que hayas venido. ¿Has comido bien? Sí, Negro. Lucía, tienes que hacer algo por animarte. ¿O es que prefieres dejarte morir de tristeza y desesperación? Si es así, soy capaz de llamar a tu padre.

No, Negro, no.

Dame algún tiempo.

Poco a poco iré sobreponiéndome, pero todavía, todavía estoy muy cansada, harta de la vida y sin ánimo para nada, pero eso no significa que te vaya a dejarme morir, como tú dices.

Tienes que distraerte en algo.

Si te trajera barro para que volvieras a ser figuras. Pues tráelo. Eso me servirá de entretenimiento.

¿Me dices eso porque temes que vaya a llamar a tu padre, o porque de verdad piensas hacerlas? No te engañaría, Negro. Es que antes, cuando tenías un disgusto, siempre te calmabas haciendo figuras. Bueno, puede que ahora también me calme. Lucía, yo vendré a verte cada noche, pero quiero notar que mejoras. Si te veo peor, pues, pues tendré que hacer algo.

Estoy muy preocupado contigo. Tienes tan mala cara.

Ni cuando en la casucha pasabas tanta hambre la tenías así. Mejoraré, Negro. Haré todo lo que pueda.

Tenlo por seguro. ¿La comida que te dan es mala? No, no, no es mala. Todo lo contrario.

Además, tú sabes que yo nunca hice menos a ninguna comida. Doña Mercedes se ha comprometido a cuidarte bien. Y lo hace.

Se porta irablemente conmigo. Es muy comprensiva y muy buena. También está muy sola.

Tiene un hijo, pero, pero como si no lo tuviera. ¿Te ha hablado de eso? No.

Te hablará. Su hijo es médico. Le dio la carrera con verdaderos sacrificios, porque se quedó viuda muy joven y en la ruina. Pero salió adelante.

Y cuando podía haber empezado a vivir bien, el hijo se le casó con una mujer de dinero que se avergüenza de ella, que no quiere tratarla y mucho menos ayudarla económicamente.

Claro que Doña Mercedes tiene bastante orgullo y tampoco aceptaría esa clase de ayuda.

Prefiere trabajar con sus huéspedes, aunque ya tiene bastantes años.

Pobre mujer. Y no creas que es ninguna abusadora. Nunca cobra de más.

Por cierto, tú al pagar la semana por adelantado, te habrás quedado sin dinero.

Si necesitas algo, yo te... No, gracias, negro. No necesito nada.

Sabes que todo lo que tengo, te lo daría con mucho gusto. Siempre ha sido así, aunque tú siempre también lo has rechazado.

Pero antes de pedírselo a otra persona, mira, recuerda que yo soy...

Lo sé, negro. Lo sé.

No quiero que pases apuros ni necesidades. No los pasaré.

¿Quieres que te compre alguna cosa? Puedo traértelo mañana.

No, no. No quiero nada.

Me parece que ahora sí quieres algo, aunque no me lo dices.

Que me vaya para poder acostarte. ¿Me equivoco? No, no te equivocas. Estoy cansada, aunque no sé de qué.

Y también me cansa sostener una conversación. Claro que contigo es distinto.

Me voy, Lucía. Volveré mañana. Que pases buenas noches.

Buenas noches, negro.

El negro atravesaba ya la estancia de aquella casa de asistencia con rumbo a la calle, cuando la voz de doña Mercedes cerca de él le hizo detenerse.

¿Te vas ya, negro? Sí, doña Mercedes.

¿Cómo has encontrado a Lucía? Igual que la dejé anoche. Triste y sin ganas de nada.

Pobre muchacha.

Yo me temo que su problema sea bastante grave.

Me dijiste que era una chica muy formal.

¿Es eso cierto? Tan cierto como que nos tenemos que morir.

¿No ha querido decirte por qué ha abandonado a su padre? No. Y no se lo he preguntado.

Tampoco usted debe hacerlo.

Puedes estar tranquilo. No soy curiosa.

Y no se lo preguntaré.

Lo que sucede es que se me ha ocurrido pensar algo...

Comentarios de Capítulo 43 c6i5z

Este programa no acepta comentarios anónimos. ¡Regístrate para comentar!