Capítulo 20 2360

Capítulo 19. No puedo, Nick. Nick se quedó mirándola, intentando no fijarse en sus maravillosas piernas, intentando pensar en que realmente tenían que hablar.

«Sólo te estoy pidiendo que subas a mi casa para mantener una conversación adulta», insistió sorprendido ante su aparente calma, cuando por dentro estaba completamente excitado.

«Eres un hombre egoísta, arrogante que no para de salir con mujeres», dijo Sky.

Sky genercó una ceja. «¿Te importa que salga con muchas?», bromeó rezando para que estuviera celosa. «No, sí, lo cierto es que… bueno, lo cierto es que no parece que estés buscando el amor de verdad».

Nick se encogió de hombros. «A lo mejor esta es la manera que tenemos los hombres de buscarlo», contestó Nick. «Por favor».

Nick sabía perfectamente lo que Sky le estaba pidiendo, pero no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer tan fácilmente. «No te entiendo. Fuiste tú la que me dejaste y te llevaste a la niña». «Sí», contestó Sky a la defensiva.

«Sólo te pido un poco de tiempo para hablar. Te prometo que no haré nada que tú no quieras que haga». Sky lo miró fijamente. «¿Me lo prometes?».

«Te lo prometo», contestó Nick. «Te he traído a mi casa porque quería que habláramos en un ambiente tranquilo, sin ruidos y sin interrupciones», le explicó.

Sky ha accedido a bajar del coche entonces. Nick la siguió preguntándose cómo demonios iba a sobrevivir a estar a solas con ella, con lo mucho que la deseaba. No era ningún santo. Al llegar a casa cerró la puerta tras ella y Sky sintió un escalofrío por la espalda.

¿Qué demonios estaba haciendo? ¿Se había vuelto loca? Sabía que no tenía suficiente fuerza de voluntad para resistirse a Nick Coburn. «Tienes una casa muy bonita», le dijo pasando al salón y fingiendo interés en los muebles para no tener que mirarlo.

«Gracias de la decoración se encargó Lisa», contestó Nick. «Lo cierto es que se le da muy bien». «¿Hace mucho que vives aquí?». «Un año más o menos, pero creo que me voy a mudar».

«Me apetece comprar una casa en las afueras con un gran jardín».

«Ah», dijo Sky mordiéndose el labio inferior. «No creería que podían formar una familia después de que se había ido con la rubia, no». «¿Quieres beber algo?», le preguntó Nick yendo hacia la cocina. Sky se preguntó si estaba actuando sinceramente o si todo aquello formaba parte de un ritual de seducción. Querría que bebiera para llevársela a la cama y hacerle el amor de forma apasionada durante toda la noche. Sky se obligó a dejar de mirarlo.

«¿Té o café?», preguntó Nick. Sky se dijo que era absurdo seguir teniendo aquellas fantasías estúpidas. Era obvio que Nick no quería seducirla. La había llevado a su casa para hablar.

«¿Té?», contestó. «Si prefieres tengo chocolate», dijo Nick abriendo un armario mientras se quitaba la corbata.

«Fantástico», contestó Sky acercándose a la barra que comunicaba la cocina con el salón y sentándose en un taburete. «Y bien». «Y bien Holly es mi hija y tú sabías que estabas embarazada cuando te fuiste», contestó Nick apoyándose en la barra por el otro lado. «¿Por qué lo hiciste?». Sky tomó aire.

«Porque te habría destrozado la vida», confesó.

«No, perderte fue lo que estuvo a punto de destrozarme la vida», dijo Nick.

«Lo dices por decir», contestó Sky. Aquello hizo que Nick suspirara.

«Holly es una niña preciosa y la has educado muy bien tú sola».

«Mi familia me ha ayudado», contestó Sky encogiéndose de hombros.

«Sí, yo también te habría ayudado si me hubieras dejado», dijo Nick con ternura.

Sky sacudió la cabeza y lo miró a los ojos. «No quería que tuvieras que sacrificar todo aquello por lo que te habías esforzado tanto». «Aquello fue una estupidez», contestó Nick.

«No sabía lo que quería». Sky se mordió el labio inferior.

«¿Por qué dices eso?». Nick alargó la mano y tomó la de Sky.

«Lo digo porque quiero que las dos forméis parte de mi vida».

«¿De verdad?», preguntó Sky esperanzada. «Hace cuatro años no querías tener hijos.

No creo que quisieras tenerlos ni siquiera ayer. ¿Cómo quieres que te crea?».

«Estoy delante de ti y te lo estoy diciendo», contestó Nick.

«Quiero que Holly y tú forméis parte de mi vida».

Sky se mojó los labios. No debía creerlo cuando lo que estaba en juego era el futuro