Capítulo 149.- Descubriendo los kusamonos. Maria Rosa Bonet 6j4w5k

Y además se puede utilizar cualquier planta.

Además ahora hay infinidad de plantas que ya vienen en macetas pequeñas y las podemos utilizar.

Estamos acostumbrados a ver en las exposiciones unas pequeñas plantas que acompañan a nuestros árboles.

Estas plantas se llaman kusamonos y el capítulo de hoy va de los kusamonos.

Tengo el placer de poder hablar con María Rosa, uno de los mayores referentes de kusamonos en nuestro país, que nos contará a través de las páginas de su libro qué hay detrás de este arte.

¡Empezamos! Bienvenidos a la quinta temporada de Universo Bonsai Lover Podcast, un podcast dedicado al arte del bonsai, donde podéis disfrutar cada 10 días de un nuevo capítulo.

Tengo que reconocer que hace muy poco decidí comprar un libro que tenía muchas ganas desde hace mucho tiempo, un libro que encima de todo apoyaba una iniciativa benéfica por los danificados de la dana.

Y en este caso se trata del libro de Kusamono Bonsai, un libro que escribió María Rosa Bonet y que después de leerlo me ha impresionado mucho y hoy tengo la suerte de poder hablar un rato con María Rosa.

María Rosa, muy buenas, ¿qué tal? Muy bien, ¿cómo están? Bueno, yo he encantado, un poco nervioso porque para mí eres una referente en el arte del kusamono, pero yo quiero empezar ya directamente y te quiero preguntar, ¿qué es el kusamono? Mira, para llegar al kusamono tendríamos que empezar desde el principio.

Entonces, se tiene que decir que es el shitakusa lo que empezó primero, que es el arte de acompañar a los bonsais.

Entonces, en las exposiciones de bonsai de principios del siglo pasado en Japón se pudieron observar unas pequeñas plantas que acompañaban a los bonsais.

Estas plantas se les dio el nombre de shitakusa.

El nombre de shitakusa son dos vocablos japoneses, shita es bajo y kusa es hierba.

Los grandes maestros japoneses de la época utilizaban pequeñas plantas silvestres para acompañar a los bonsais.

Estas plantas las recolectaban de la naturaleza, siempre procuraban que fueran de hojas y flores pequeñas, gramíneas y otras hierbas para hacer bonitas composiciones.

Estas composiciones se podían irar después porque ellos intentaban captar el paisaje que habían visto.

¿Cómo empezaste tú a interesarte por este arte? Mira, en un viaje a Japón, precisamente.

Compré un libro en la...

Mira, fue en el 87, en un viaje que hice a Japón.

Y entonces me compré un libro de plantitas, porque eran plantas pequeñas.

Que resultó ser el libro de Yamame Keiko.

Porque yo lo escribí en el 85 y yo estuve en el 87.

Entonces, al llegar aquí, se lo enseñé a Chus, y me dijo, esto son tonterías, ¿no?, que son tonterías.

Bueno, me dijo otra palabra, pero prefiero que no, porque siempre me ha molestado muchísimo.

Pues bien, a partir de aquí, fue el primero que hizo uno que le recriminé.

Y yo, no me has dicho que esto eran tonterías.

Y bueno, me dijo, bueno, bueno, pero está muy bien.

Y a partir de aquí, pues empecé a hacer fotos de kusamonos, sobre todo cuando salíamos a los congresos.

Chus se dedicaba a mirar los bonsais y yo me dediqué a los kusamonos.

Y bueno, pues a partir de aquí, como yo digo que siempre tengo el aprendizaje del búho mirando, pues me fijaba mucho.

Me fijaba en los detalles, me fijaba en las plantas, me fijaba en todo, en los recipientes.

Una vez vi uno que era un casco de guerra.

¿Sabes? Aquello que se puede poner cualquier cosa.

Pues bueno, a partir de aquí, lo vas haciendo y cada vez más.

Es apasionante.

Ahora que estoy jubilada, pues tengo muchísimos, que tengo de vez en cuando que voy regalando, porque es que no puedo llegar a tener tantos para cuidar.

Además aquí, yo no sé vosotros, pero aquí ahora con el cambio climático que se nota mucho, cuesta muchísimo.