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Amor renovado
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Capítulo 10

Capítulo 10 7a4a

28/5/2025 · 12:44
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Amor renovado

Descripción de Capítulo 10 1h3a6k

Amor renovado - Capítulo 10 4ml71

Lee el podcast de Capítulo 10

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Capítulo 9 Nick se quedó mirando el taxi mientras se alejaba. Quería ir tras ella, volverla a besar, besarla, hasta que itiera que sentía aquella energía que había entre ellos, tan intensa como el primer día. ¿Habría sentido ella también la magia? A juzgar por la prisa que tenía por irse, no. A lo mejor estaba perdiendo sus dotes seductoras. Nick se puso la chaqueta que le había dejado a Skye y saboreó su aroma.

A continuación se masajeó el cuello. Le habría encantado que Skye se quedara con él, pero sabía que, le hubiera dicho lo que le hubiera dicho, no habría aceptado. Pensó que jamás tendría que haber dejado que se fuera, que tendría que haber ido a buscarla, aparcando el trabajo durante un tiempo para buscarla y convencerla de que ese otro hombre no era para ella, que volviera con él.

Si lo hubiera hecho, le habría ahorrado el dolor de que el otro la traicionara. ¡Menudo idiota! ¿Cómo había podido irse con otra mujer teniéndola a ella? Entonces Nick se quedó de piedra. ¿Cómo había podido él preferir el trabajo a Skye? Se dio cuenta de que debería haber pasado más tiempo con ella, y así quizás no la habría perdido. Claro que entonces había estado ciego, porque quería conseguir trabajo en uno de los mejores bufetes de Sidney. Había sido una oportunidad de oro que no había podido dejar pasar y no lo había hecho. Y la había perdido y el dolor lo seguía martirizando. ¿Merecía la pena? No. Sí. No. No lo sabía.

Pero lo que sí sabía era que no podía dejar pasar la oportunidad que el destino le brindaba.

Podían pasárselo bien y además Skye era la mujer perfecta para que a él le dieran el ascenso. Salir con modelos estaba muy bien, pero si quería proyectar una imagen determinada con los clientes, era mejor tener al lado a una mujer como Skye. Sería bueno para él y para su carrera. Desde luego, si tenía que mantener una relación seria con alguien, no se le ocurría nadie mejor que Skye Andrews. Estaba seguro de que Skye no tenía un pasado que esconder que lo pudiera comprometer y además no estaba con otro hombre.

Era perfecta. Skye se dio la vuelta en la cama y abrazó a la persona que estaba acurrucada a su lado. Si por ella fuera, se quedaría en la cama, en aquel lugar donde se encontraba segura y amada. Apenas había dormido porque no había podido dejar de pensar en el beso de la noche anterior. ¿Había hecho lo correcto ocultándole la verdad a Nick? Se tocó los labios y se dio cuenta de que jamás olvidaría aquel beso, pero todo había terminado.

Ahora que tenía las respuestas que buscaba, Nick la dejaría en paz. Skye esperaba que fuera aquello lo único que quisiera porque era lo único que ella podía darle. En cualquier caso, lo más probable era que ya fuese demasiado tarde para contarle la verdad. Skye se quedó mirando el techo, tomó aire profundamente y sintió que le ardían los ojos.

Tal vez, tendría que haberle dado una oportunidad para ver si había cambiado, tal vez su sueño de poder ser felices juntos y de vivir con su familia a las afueras de la ciudad no fuera una locura. Sí, sí lo era. En aquel momento sonó el despertador y Skye lo apagó. «Hay que levantarse, cariño», le dijo acariciando el hombro de la persona que había a su lado. Unos grandes ojos azules la miraron. «¿No me puedo quedar un ratito más, mamá?». Skye asintió y sonrió a su hija. «¿Me abrazas?», preguntó Holly tendiéndole los brazos.

Skye la tomó entre los suyos y pensó que Nick no sabía lo que se estaba perdiendo. Los besos, los abrazos, la magia de tener un hijo acurrucado a tu lado en la cama durante toda la noche.

Ojalá nunca lo supiera. No creía que ser padre le fuera a sentar bien y sus mentiras menos.

Skye suspiró y se dijo que no lo iba a volver a ver más que en la boda, así que no tenía nada de lo que preocuparse. Absolutamente nada. Los documentos que Skye tenía ante sí no la distraían en absoluto. Tenía la imaginación disparada. Se imaginaba diferentes vidas, desde ser vieja y estar sola hasta acabar con Nick pasando porque Nick reclamara la custodia de su hija. En ese momento llamaron a la puerta y entraron. Nick dijo Skye mirándolo fijamente.

«He venido para leerte mi discurso de padrino», contestó Nick entrando en su despacho. Skye no pudo evitar quedarse mirándolo pues estaba guapísimo. Al instante lo dejó.

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