El Canon de la BRMU 2x08 - David Uclés con Gregorio León. La península de las casas vacías. 52l3d

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Muy buenas. Muchas gracias por venir, ¿eh? Porque el día para ser Murcia, oye, me sorprende, a la vez también, que viene de tierras también de poca lluvia y que estemos aquí a tope, con lo cual significa que os ha gustado la novela de David, que queréis saber más de cómo se ha construido, queréis saber más de cómo ha llegado este prodigio, casi este milagro, después de 15 años.

Yo creo que el número 15 sí que le pega mucho a David, no solamente por ese, que fue el tiempo que invirtió en escribir esta novela, sino también las 15 ediciones que ya lleva la península de las Casas Vacías, que es la novela que nos ha convocado aquí.

Y muchísimas gracias por venir, de verdad, en este día lluvioso.

Gracias a David. David, muy buenas.

Gracias, muy buenas.

Y yo me voy a enredar un poco porque, además, una cosa que no me gusta, cuando hay alguien presentando a un autor que habla más que el autor, así que yo creo que habéis venido no a escucharme a mí, sino a David.

Así que voy ya al lío.

Con esta novela, que a mí me sorprendió el hecho de que te costara tanto escribirla, 15 años, porque es una novela con un aire clásico, de este tipo de novela, de la gente del siglo XIX que invertía tanto tiempo en hacer una obra monumental.

¿Por qué tanto tiempo, David? Bueno, antes que nada, gracias por acercaros hoy aquí.

Encima, lloviendo, que no es muy normal tampoco aquí en Murcia, como en Jaén.

No llueve demasiado y es un impedimento más, así que os lo agradezco.

Me siento muy arropado, sobre todo cuando voy a una ciudad que no conozco mucho.

Estuve una vez aquí y ya está, porque no he tenido más tiempo con tantas giras y en la gira de investigación tampoco pude quedarme muchos días aquí.

Así que es muy bonito en una ciudad que no es la mía y que no conozco que se llene la biblioteca.

¿Qué me preguntabas? Sí, ¿por qué 15 años? Ah, sí, pues 15 años... Sí, empecé en 2009.

Quería contar la historia que mi abuelo me contaba sobre el pueblo, hacer con ella, tenía un fajo de folios con su historia y decidí hacer algo con ella.

Entonces quería crear un macondo íbero, como 100 años de soledad, pero a lo nuestro.

Yo había leído solo las primeras 20 páginas de 100 años de soledad y lo aparqué porque quería hacer algo muy similar para que no me contaminara.

Y esa era la idea, pero como las editoriales no me publicaban, pues cada año y medio le añadía algo nuevo al libro.

El realismo mágico era más intenso y leía referentes de libros de realismo mágico de otros países.

La geografía la hacía más exacta y me mudaba a ciertos lugares para conocer mejor esas regiones.

Y a los 8 años meto la guerra civil, por ejemplo.

Que yo, al principio, durante 8 años no existía casi la guerra, solo estaba de fondo.

Pero ahí me doy cuenta y digo, tengo tantos personajes que si los esparramos por toda la península voy a poder contar a través de su mirada los diferentes sucesos de la guerra civil.

El kit de la península está en el tiempo que le he dedicado.

Y no un tiempo lineal, sino termino de escribir 800 páginas, lo llevo a la editorial, me dice que no y vuelta a empezar.

Eso ha sido una constante en mi vida durante 15 años.

Ahora estoy contento de todos esos portazos editoriales porque han hecho que mejore el texto.

Pero nunca estuve contento antes.

Una cosa que me llama mucho la atención es que esta novela, este novelón, hubiera tenido tantos rechazos editoriales.

Y sin embargo, tú dijiste, voy para adelante porque confío en esta historia, voy a sacarla adelante.

O sea, tú dijiste por narices que yo voy a hacer una novela que perdure y la voy a publicar.

Me la echaban para atrás por muchas cosas.

Porque el realismo mágico ya no vende, me decían, que se vendió en su época ya no.

Porque todo el mundo ha escrito sobre la guerra civil y otra novela más sobre la guerra civil no hace falta en este país.

Por ser demasiado guapo, siempre había un problema.