Apagón estatal: pocas luces, mucha estupidez. 4o1o3a

El punto ancap El pasado 9 de abril de 2025, la red eléctrica de España declaraba en la red social X que no existe riesgo de apagón, el suministro está garantizado.

Lo curioso de todo es que en respuesta al post de la red eléctrica de España, la cuenta operador nuclear señalaba que el informe anual financiero de red eléctrica española realizado por Ernst & Young reconocía riesgo de apagones en España.

De hecho en el informe encontrábamos pasajes en los que se explicaba que la pérdida de prestaciones de generación firme asociada al cierre de centrales de generación convencional como carbón, ciclo combinado o nuclear, podría ocasionar mayor dificultad en la operación del sistema así como una reducción de potencia firme y capacidades de balance, suponiendo un mayor riesgo de incidentes en la operación que pueda afectar al suministro.

Dicho esto, a las 12 y media del mediodía de ayer, 28 de abril, España, parte de Portugal y Francia sufrían un apagón eléctrico sin precedentes.

Millones de personas vivieron sin luz, sin internet y sin información.

Y mientras tanto, a lo largo del caótico día que se vivió ayer, Pedro Sánchez, presidente del gobierno y persona con a más datos e informes, declaraba no saber qué ha ocurrido.

Se están estudiando las causas potenciales.

Incluso hoy al mediodía ha vuelto a comparecer señalando que aún se siguen estudiando las causas.

Más de 24 horas después, la persona con mayor a datos e informes de todo el país no sabe o no quiere saber claramente qué ha pasado.

Un cero eléctrico e informativo sin igual.

Y nos van a perdonar.

Otro ejemplo más de la negligencia de los estúpidos que nos gobiernan.

Otra muesca en el historial de un gobierno que, mediante la estupidez y la inutilidad, parece decidido a convertir España en un país tercermundista.

Pero claro, si hay estados de por medio, podemos esperar lo peor.

Este desastre no es un capricho de la mala suerte, es otro capítulo más en la lista de fracasos del Estado cada vez que hay que estar a la altura.

Lo decía Javier Martínez Fresneda en el canal B1 durante el especial de los cinco años de la pandemia.

El Estado nos falló, llegó tarde y si pasa parecido otra vez, estamos preparados y cinco años después, los responsables, ¿dónde están? El apagón de hoy no es un hecho aislado.

Durante la pandemia asistimos a una labor de ingeniería social y transmisión de informaciones inconclusas nunca antes vista.

Pero es que en enero de 2021, durante la tormenta Filomena, también vivimos la inoperancia estatal.

Tras las barridas de las avenidas principales, quienes tuvieron que arrimar el hombro para sacar los coches de la nieve y ayudar a sus vecinos durante días fueron los propios ciudadanos.

Sí, esa sociedad civil que cuando cuestiona dónde van sus impuestos es atacada por los defensores del Estado de Derecho.

Y el volcán en septiembre de 2021.

Debe ser que también la mala suerte fue la culpable de que aún hoy haya ciudadanos de La Palma viviendo en contenedores casi cuatro años después.

Y la dana en octubre de 2024.

El gobierno no solo menospreció la ayuda de los ciudadanos que se movilizaron por voluntad propia hasta Valencia, sino que, además, señaló a muchos de los que fueron a ayudar como extremistas de grupos ultra durante los altercados contra el presidente del gobierno.

Y aun cuando la Jucil, el sindicato mayoritario de la Guardia Civil, confirmó que los implicados eran vecinos que no tenían nada que ver con grupos extremistas y que no había nada orquestado por detrás, nadie pidió perdón.

Nadie.

Es más, a día de hoy no ha habido ni una sola consecuencia por la horrible gestión de la catástrofe.