Anteproyecto de ley para la reducción de la jornada laboral 5512p

Buenos días a todos los amigos de esta emisora. Saluda a todo el equipo y a nuestro director
de orquesta, el señor Gabriel. Hoy vamos a hablar sobre ciertos pormenores
de la ley que aún se ha de aprobar, de las 37,5 horas, aunque ya, a bombo y platillo,
digan que ya está aprobada. Va a ser que no. Solo hay un acuerdo de gobierno para que
se apruebe, omitiendo que tendrán que convencer a sus socios que les vuelvan a reír sus gracias.
Eso ya sabemos qué significa, intercambio de cromos. Para los independentistas, y cuantas
más leyes aprueban, más concesiones a los independentistas. Pero creo que todos sabemos
de qué va esta historia. Vamos a ver si puedo dar un poco de luz sobre
esta supuesta reducción de jornada. Todos los contratos laborales se basan en un cómputo
anual de horas. Bien, las 40 horas es la división de ese cómputo entre 52 semanas que tiene
el año, teniendo en cuenta vacaciones, festivos. Si ahora se pasa a 37,5 horas semanales, se
reestructurará el cómputo anual para ajustarlo a ese periodo semanal. Eso es que hay gente
que no completa el cómputo anual de sus horas por muchos motivos y se descuentan de sus
vacaciones. Por ejemplo, aquí ocurría lo mismo. No tendrás 2,5 horas semanales menos
de trabajo. Eso será difícil de que sea así, ya que los turnos están puestos y cualquier
empresa turística, por ejemplo, o bien hospitales, bomberos, policía y funcionarios, hacen jornadas
de 8 horas y trabajan 5 días a la semana. Eso es 8 por 5 igual 40 horas. Eso cuadra
perfectamente con los días libres obligados a dar y con los periodos laborales. Intentar
reducir 2,5 horas a la semana por trabajador, eso implicaría en un turno de recepción
de 24 horas que trabajan 4 recepcionistas, 3 de turno y otro cubre días libres, implicaría
contratar a una persona 10 horas a la semana. Difícil es encontrar a alguien a jornada
completa y imaginar el buscar a 10 horas a la semana. Misión imposible. Bien, ¿cómo
termina esta fiesta? Pues mirando con lupa horas de entrada y salida, retrasos, absentismos,
etcétera, etcétera, para que, de alguna forma, en ese cómputo anual puedan caber
el máximo de esas 2,5 horas semanales. Y lo que sobra se ampliará el periodo vacacional
y las que se puedan se pagarán como horas extras. Según cada convenio, marca un número
determinado de horas a hacer y se aplicarán. Resumiendo, serán muy pocas las personas
que disfrutarán de 2,5 horas menos cada semana. Pero según nuestra ministra Yolanda Díaz,
esta medida servirá para dos cosas. Concilio familiar, es decir, 2,5 horas menos a la
semana, un martes con tus hijos en el colegio y tu esposa trabajando y, sobre todo, según
declaró, para ayudar con el cambio climático. Explicaba que serán menos transportes a tu
puesto de trabajo. Es decir, ella da por supuesto que ese tiempo libre lo pasarás en tu casa
haciendo las camas o cocinando. Así se verá reducido el impacto de emisiones a la atmósfera.
Fantástica, como siempre, las genialidades de este gobierno y de su ministra. Y para añadir
al cotarro, 2,5 horas menos de trabajo a la semana y, claro, como compensación, trabajarás
dos años más para jubilarte. Es fantástico el tema. Y la mejor sorpresa de la semana
es que ahora dos de cada diez trabajadores que no pagaban IRPF les aumentan el salario
mínimo profesional y les toca pasar por caja de hacienda. Y Yolanda Díaz dice después
de conseguir un logro histórico, sin consultar a nadie, se da cuenta de la metida de pata.
Y el gobierno dice cosas que pasan y la ministra de Hacienda, ya calculadora en mano, cuenta
con X millones de euros más gracias a sus socios. Y siguen aplaudiendo las medidas progresistas
al trabajador. Vamos, ánimo que el año que viene los pobres
más pobres y los ricos más ricos. Ese es el objetivo. Si me votan los pobres, ¿qué
me interesa? ¿Ricos o pobres en el pueblo? ¡Feliz semana a todos!