Andreu Martín: vuelve la leyenda. 5f6c1u

Johnny bienvenidos a una nueva edición de la brújula podcast saludos desde el corazón de barcelona en esta sala repleta de libros también hay cuadros también hay un lío maravilloso de cables los cables de vicente armero y estas sales de la s asociación colegial de escritores de cataluña los amigos de la acequia hoy es un capítulo especial todos lo son pero este un poquito más tal vez porque vamos a hacer felices a tantos oyentes que se quejaban y con razón de que no habíamos hablado lo suficiente en este podcast de un género que por sí solos sostiene a más de una editorial y que arrastra miles y miles y miles de lectores en todo el mundo es decir las quejas se basaban en el hecho de que hemos hablado de cervantes de kafka de austria el capote de los dragones a ver que me acuerdo de ucrania de los traductores de jorge de cocina pero nunca de novela negra bueno pues hoy se sienta ante mí un hombre que empezó a escribir según dice él porque en el cole en su cole no había patio y que tiene más de cien títulos en su trayectoria no sé cuántos premios y que es considerado a ver si le gusta este adjetivo uno de los maestros de la novela negra española hoy nos hace muy felices contar con andreu martín andrew bienvenido bien hallado vamos a hacerlo de la ausencia de patio en el cole lo cuentas en tu libro has contado en varias ocasiones lo cuentas en tu libro como escribo yo tengo por aquí un ejemplar y me sigue haciendo mucha gracia no es así sí yo iba a una pequeña academia baratísima al alcance de mi familia que era un piso del ensanche de barcelona y entonces los niños estábamos en una aula apiñados no había patio no había nada niños sin patios muy triste un niño sin simpatía ni siquiera podíamos jugar en la calle diríamos porque no tenía el piso salido a la calle de manera que lo único que podíamos hacer era jugar con los cromos o bien a hablar durante las horas lectivas vas hablábamos sin permiso sí a la hora del patio hablábamos con permiso era la única diferencia que nos dieran estos andrew bueno pues mira suma puede ser los cincuenta y cuatro cincuenta y cinco cuando yo tuve diez años es decir en el cincuenta y nueve y yo ya me trasladé a un colegio con patio significa que yo tenía antes de diez años antes de los once diríamos había adquirido la costumbre de contar historias de contar a bendis como llamábamos converse decía hablaba de las aventé claro con juan marsé coincidíamos siempre hablando de las aventuras y el tiene un libro que se llama caligrafía de los sueños donde cuenta exactamente el funcionamiento de las agencias y a mí me recordó las reglas de aquel juego que se me había pasado yo me acuerdo de un éxito fulminante para para situarnos en la época cuando con taba yo las novias de drácula fuiste al verla por cierto y no podías verla no no no no tenía edad pero pero mis padres eran muy amigos del acomodador existía el acomodador del cine avenida que estaba en el paralelo y entonces me colaba simplemente me colgaba yo veía las películas que ponían allí no porque me gustaran sino porque las podía ver claro y luego las explicadas las cóncavas en el cole andréu tú te imaginas ahora mismo unos chavales sin patio es decir no creo que hablara mucho porque supongo que estarían con el móvil si sí si esto es lástima esto para mí es el como dejar constancia de este fue el principio del fin es como un cambio tan brutal en el mundo en general estoy viendo a mi alrededor un cambio tan brutal que es lo que me da constancia de que mi época se ha terminado yo lo considero una lástima como supongo que mis padres también consideraban una lástima que se hubieran acabado los años veinte no que que nosotros a lo mejor miramos atrás y decimos suerte que se terminaron en dos años tan enloquecidas pero yo en este momento me doy cuenta de que ya