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Descripción de AMR Cap. 102: Los descapotables nunca pasan de moda 2m4br
Este capítulo se desarrolla en la primavera de 1993, cuando pude probar en apenas una semanas, 6 descapotables MUY DIFERENTES. Desde algunos relativamente asequibles a otros de verdadero ensueño… En realidad, cualquier descapotable es un sueño, porque nunca pasan de moda. Bienvenidos a los Podcast de los Lunes de Garaje Hermético. ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/790918 56w39
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Aquellas maravillosas revistas capítulo 102. Los descapotables nunca pasan de moda.
Este capítulo se desarrolla en la primavera de 1993, cuando pude probar en apenas unas semanas 6 descapotables muy diferentes, desde algunos relativamente asequibles a otros de verdadero ensueño. En realidad, cualquier descapotable es un sueño, porque nunca pasan de moda.
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Me decía un amigo, un buen amigo que buscaba un coche clásico descapotable, que le parecía que resultaban coches muy caros. Cierto, cierto. Probablemente son los coches clásicos más valorados. Por un lado está su escasez, por otro la rareza, pero sobre todo yo creo que porque el concepto de coche clásico y el de descapotable sintonizan muy bien. Ambos son coches para disfrutar conduciendo sin necesidad de hacer una conducción deportiva, por cierto, tan nenostada hoy día. Y comenzamos este desfile a cielo abierto con un coche muy recomendable en su momento y yo creo que ahora todavía más como clásico, el Honda Civic pero la versión CRX VTi.
Un coche, no lo estéis viendo, pero voy a decir una cosa, sencillamente es un Targa, no es un descapotable, es decir, el techo tenía un sistema muy sofisticado electrónico, eléctrico más bien, que se retraía y dejaba, bueno pues carecía completamente de techo. Era muy, iba a decir muy divertido, muy peculiar porque la tapa del maletero subía con una especie de, no sé cómo llamarlo, de barras que subían el capó del maletero.
Había unas guías, el techo, la parte superior del techo, se deslizaba hacia atrás y se metía en la parte baja del maletero y finalmente el maletero bajaba con lo cual el techo desaparecía. Era muy bonito con capota y era muy bonito sin capota. Pero yo no soy muy entusiasta de los Targa, la verdad, ya lo sabéis. Lo que sucede es que este coche tenía un encanto. Normalmente los descapotables no son coches, aunque tienen un aspecto dinámico y deportivo, no son coches realmente deportivos. Yo siempre digo que un descapotable es más bien para pasear y además los coupés pues son claramente más rígidos.
Pero este coche tenía un comportamiento, incluso sin techo, era bastante rígido el bastidor. Ya hablaremos de otros que no tanto. Y tenía todas las virtudes del Civic VTi, un bastidor muy muy afinado, muy afinado, por supuesto tracción delantera, que no era seco pero sí que era firme y muy ágil. Y luego el motor, el magnífico motor VTi de 1600 centímetros cúbicos, exactamente 1595, por supuesto sin turbo, por supuesto con 16 válvulas, por supuesto con la dirección, la dirección, no perdón, la inyección electrónica que Honda decía que había elaborado y desarrollado en la Formula 1, de hecho se llamaba PGMF1, y que con una compresión alta de 10,2 a 1 ofrecía 160 caballos.
La verdad es que he metido muchos de estos coches en banco y nunca han dado 160 caballos, siempre daban más. Era un motor que tenía el par muy arriba, bueno muy arriba no, muy muy arriba, a 7.000 vueltas, pero esto engañaba porque la diferencia de par que daba alrededor de las 2.000 vueltas y las 7.000 era muy pequeña, porque ya sabéis que lo que hacía este sistema VTi es que las válvulas funcionaban de una forma a bajo y medio régimen para favorecer la potencia bajo y medio régimen y a partir de un cierto nivel, más o menos por encima de las 5.500, cambiaba esa distribución y favorecía la potencia en alta.
Era un motor fantástico, además que tenía el encanto de contar con dos personalidades muy diferentes. Este era un coche que para mí como diría que sería poco más que un buen coupé con techo solar, no era un descapotable puro pero iba francamente bien y además lo que decía que creo que como descapotable de clásico me parece un auténtico acierto. Vamos ahora con dos coches cabrio, ya sabéis la diferencia entre cabrio o speeder o roadster o spider como queráis llamarlo, es que los cabrios son coches que nacieron con techo y se lo quitaron.
Bueno vamos a hablar de dos de ellos relativamente asequibles que son el Ford Escort XR3 y el bonito Rover 216, que bueno de frente estaba en un aire pero el rover a mí me parecía más bonito. Los rovers de estas fechas no eran coches especialmente bien rematados, tenían un aspecto fantástico, elegante, con instrucciones de madera, tenían buen aspecto y por suerte no tenían nada que ver con los coches de los pasajeros.
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