Alimentos kilométricos: tus garbanzos recorren 7.500km (CONSUMA CRUDEZA #5) k5o58

Hoy empezamos con suma crudeza sacando el cuento a kilómetros. Y no, no vamos a hablar de turismo ni nos vamos de viajes, sino que vamos a contar los kilómetros que recorre la comida que llega a nuestro plato.

En la primera parte de este episodio hablaremos de los alimentos kilométricos, esos que atraviesan largas distancias, a menudo miles de kilómetros, desde su lugar de producción hasta las personas consumidoras.

Además, pasará por aquí un nuevo unicornio del consumo sostenible, una de esas personas con cierta relevancia social que intenta consumir responsablemente. En esta ocasión será Yago Álvarez Barba, periodista especializado en asuntos económicos más conocido como EconoCabreal.

También resolveremos dudas, habrá tiempo para nominar a los Greenwashing del mes y para alguna recomendación. Y por si fuera poco, estrenamos una nueva sección con historias de productores y productoras muy especiales.

¡Mi tesoro! ¡Ah, claro! Y estará con nosotras el Golum del consumo responsable, queriendo saber más de todo.

Yo soy Brenda Chávez y esto es Consuma Crueza. ¡Venga, Kelu, dale! El dinero mueve el mundo. El mercado, amigo. Elijamos el sentido. Consuma Crueza, con la colaboración de FIARE, banca ética para un mundo más justo.

No sabemos si tarda en 80 días, como en la mítica serie de dibujos animados de los años 80, pero sí sabemos que los alimentos kilométricos son un fenómeno muy común de la globalización del sistema agroalimentario. Grandes corporaciones multinacionales dominan la cadena alimentaria, desconectando la producción del consumo local.

Por ejemplo, en España los garbanzos que consumimos recorren una distancia media de 7.500 kilómetros, ya que el 87% de ellos son importados principalmente de Suramérica.

Este largo trayecto no sólo implica un considerable gasto energético y de emisiones de CO2, sino que también afecta negativamente al tejido agrario local y a las comunidades en los países de origen.

Y no son los únicos alimentos. Vamos a sumar los kilómetros que recorren los productos de un desayuno típico en España, empezando por el café. Generalmente, importado de países como Brasil, Colombia o Vietnam, recorrería entre 8.000 y 10.000 kilómetros.

El zumo de naranja. Aunque España es productora de naranjas, es probable que vengan de Brasil y otros 8.000 kilómetros.

Las tostaditas con mermelada. Aunque España produce trigo para pan, el de tus tostadas puede provenir de países como Ucrania o de Estados Unidos, con distancias entre 2.000 y 7.000 kilómetros.

Y la fruta de la mermeladita puede ser también importada, así que seguimos sumando.

De esta forma, el desayuno no sale muy rico, aparentemente, pero con un coste ambiental en emisiones asociadas al transporte muy alto.

Pues para mitigar estos impactos, muchas organizaciones, agricultores y agricultoras promueven la soberanía alimentaria, así como la producción y el consumo local, porque este kilometraje puede cambiar si apoyamos la agricultura campesina de pequeña escala y elegimos productos de temporada.

Para hablar de todo esto, tenemos con nosotras a Javier Guzmán, director de Justicia Alimentaria, una de esas organizaciones que aboga por una alimentación sana y sostenible.

Bienvenido, Javier.

¿Qué tal? ¿Cómo estáis? Muchas gracias.

Javier, para ponernos en contexto, ¿por qué son tan habituales los alimentos kilométricos? Bueno, pues porque en los últimos, podemos decir, 30 años, el mercado, el sistema alimentario ha cambiado radicalmente, para decirlo así de una manera rápida, se ha desregulado, se ha convertido los alimentos en mercancías, en commodities a veces, de tal manera que aquellos territorios que estaban conectados su producción con los alimentos,