
Al filo de lo real nº.451: Los últimos días de Jesús de Nazaret 375hf
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"Al filo de lo real" nº.451 en el que hablamos de los últimos días de Jesús de Nazaret así como del contexto histórico, de la época y personajes relacionados. Contaremos con Aurora López Güeto, Antonio Puente Mayor, Cristina Galán, Carlos Haldón y Pedro Pilar Jiménez. En Real Betis Radio, 96.8 fm. Al filo de lo real nº.451: Los últimos días de Jesús de Nazaret. 126c53
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Radio Betis, la sintonía en verde y blanco.
Al filo de lo real, Radio Betis.
Muy buenas noches, acompáñennos como cada jueves al lugar donde las casualidades no existen, donde lo imposible se hace realidad y donde la realidad siempre, siempre supera a la afición.
Bienvenidos a Radio Betis y bienvenidos al filo de lo real.
Yo creo que si nos pidieran viajar en la historia, lo primero que diríamos es al pasado casi todo el mundo.
Y si hay una semana que marca la historia de ahí hacia adelante para la humanidad, no es otra que la pasión.
No es otra que esa festividad de la Pascua en Judea hace unos dos mil veinticinco años más o menos.
Año abajo, año arriba.
Y para hablar de esa semana, de esa semana tan importante para la historia de la humanidad desde entonces, que ha cambiado completamente la historia, pues tenemos a dos personas que son amplios conocedores de esa semana, de todos sus personajes, como son Antonio Buendomayor. Antonio, buenas noches.
Buenas noches, Pedro.
Auror López Hueto. Aurora, buenas noches.
Buenas noches, Pedro.
Y en contraparte, pues tenemos a nuestros colaboradores, Cristina Galán.
En el gosnorte.
En el gosnorte. Gosú, gosnorte.
Hola, qué hay. Buenas noches a todos.
Y a Carlos López, que vuelve después de muchísimo tiempo a los micros de Radio Betis y a los micros del filo de lo real.
Un placer y una alegría volver otra vez aquí a esta casa.
La verdad es que se te echaba de menos, Carlos.
Y muy buenas noches, Pedro. Muy buenas noches a todos.
Pues tenemos una hora y media para adelante para hablar de esta semana, que como digo, cambió el curso de la historia.
Antonio, ¿qué nos puedes contar de esta semana o por qué es tan importante esta semana? Bueno, que además ahora tenemos la Semana Santa, que es un poco el volver a rememorar esa semana.
¿Qué fue tan importante esa semana o cómo fueron los preparativos? Bueno, la Semana de Pascua era importantísima dentro del mundo judío en general, ¿no? Date cuenta que tenemos una serie de festividades judías a lo largo del año.
El Yom Kippur, por ejemplo, el Día de la Aspiación.
Pero fundamentalmente la Pascua era la que reunía a un mayor número de personas, en la que existía pues una efervescencia, podríamos decir, en Jerusalén.
Y se podían congregar en torno a un millón de personas, por lo menos en la Judea del siglo I.
Los que conocemos aquel lugar, los que hemos tenido la suerte de poder visitar Jerusalén, sabemos que era tal la cantidad de gente que acudía que no cabía dentro de las murallas, con lo cual tenían que colocarse en el Monte de los Olivos, que tiene una gran extensión.
Siempre se suele pensar en la escena de la oración en el huerto de Jesús y sus apóstoles en el monte.
Efectivamente es ahí, pero ellos estaban en un reducto, que era el huerto de Gesemaní.
Claro, cuando hablemos, cuando nos metamos un poquito más en la pasión, entenderemos por qué Juan nos habla de una cohorte romana.
En una cohorte eran muchos soldados, eran 600 soldados romanos.
Pero es que claro, es que el Monte de los Olivos era muy grande de abarcar, y la gente estaba durmiendo al raso.
Claro, ahora le voy a dar la palabra a Aurora, porque estabas hablando de Pascua judía, pero no debemos olvidar que Judea en aquel momento era provincia romana, sometida por Roma, o por lo menos bajo yugo de Roma, según pensaban los judíos.
Y evidentemente eso también hacía que ese millón de judíos que estaban allí hiciera que las medidas de seguridad se tuvieran que extremar, porque no olvidemos que era época de muchas personas que se rebelaban contra el poder de Roma.
Efectivamente, Pedro, la Pascua judía era un auténtico dolor de cabeza para las autoridades romanas.
Precisamente Poncio Pilato, a quien siempre nos imaginamos en Jerusalén, durante el resto del año él no vivía allí, él vivía en Cesarea Marítima, que era la capital de la provincia con salida al mar, por lo que pudiera pasar.
Pero en este tiempo, en estas festividades, en otras también importantes, Pilato se desplazaba a Jerusalén, se instalaba en el palacio, el que había sido el palacio de Herodes, y eran momentos tensos, porque no olvidemos que la Pascua, aparte de una conmemoración religiosa, tenía unos tintes patrióticos que no podemos obviar.
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